Este miércoles la Arquidiócesis de Caracas anunció la expulsión del estado clerical, del sacerdote Enrique «Kike» Antonio Alaña Morillo, por un supuesto abuso sexual.
A través de un extenso comunicado, el Arzobispo de Caracas, Cardenal Baltazar Porras, anunció la expulsión del sacerdote. Asimismo, el Cardenal informó sobre esta decisión a los obispos auxiliares, vicarios episcopales, sacerdotes y fieles de la Arquidiócesis de Caracas.
La expulsión del sacerdote se llevó a cabo después de una investigación previa de acuerdo con el canon 1717. Posteriormente, por mandato de la Santa Sede en Roma, se llevó a cabo un proceso administrativo penal interno de la Iglesia Católica. Vale destacar que todo esto es según lo establecido en el canon 1720 del Derecho Canónico.
Sin embargo, en las redes sociales se ha señalado que Arquidiócesis de Caracas expulsó al sacerdote por abuso sexual, el comunicado oficial no lo menciona. En la misiva, no se especifican los delitos específicos cometidos por el sacerdote.
Por su parte, el Cardenal Porras concluye su comunicado afirmando que Enrique «Kike» Morillo, ya no es un sacerdote católico.
COMUNICADO
El Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo Metropolitano de Caracas, comunica oficialmente la dimisión de Enrique Antonio Alaña Morillo, del estado clerical.
En adelante, ya no es sacerdote católico.
Caracas, 26 de julio 2023. pic.twitter.com/duDys7Hope
— Arquidiócesis de Caracas (@ArquiCaracas) July 26, 2023
Asimismo, la expulsión de un sacerdote es una medida extrema, se toma cuando se considera que ha violado gravemente sus responsabilidades y ha causado un daño irreparable. Por ende, la Iglesia actúa con determinación para abordar cualquier acto de abuso o corrupción dentro de sus filas.
Es importante destacar que la expulsión del estado clerical de un individuo no implica necesariamente su condena legal. Las autoridades civiles deben llevar a cabo sus propias investigaciones y procesos judiciales para determinar la responsabilidad penal de cualquier individuo acusado de delitos.
Mientras que la Iglesia, por su parte, tiene la responsabilidad de tomar medidas internas para garantizar la justicia y la protección de los fieles.