Intensas olas de calor, inundaciones e incendios forestales, son las consecuencias del cambio climático global, que transforma la vida en el planeta.
Estos cambios , también influyen en los recursos hídricos que abastecen de agua potable a la población del mundo.
La científica Paola Arias, del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, explica el problema que se vive en el embalse de Rappbode. Este se ubica en la zona del macizo del Harz en Alemania.
Se trata del mayor embalse de agua potable de Alemania, que suministra a aproximadamente un millón de personas.
💧 ¿Cómo se ve afectado el ciclo del agua por el cambio climático?
La científica de #IPCC Paola Arias explica cómo el #cambioclimático está afectando el ciclo del agua en el próximo episodio de nuestra serie #CambioClimático explicado …
Leer más ➡️ https://t.co/hWrzqTq7zV pic.twitter.com/S3NlKUK6N3
— IPCC (@IPCC_CH) January 11, 2022
Los largos periodos de sequía de los años 2015 a 2020 debilitaron tanto la población de árboles en esa región, que parásitos como los escarabajos de la corteza se propagan. Esto agravó aún más el efecto: Los árboles se dañaron y murieron rápidamente.
«En los últimos cuatro años, la zona de captura de agua, dominada por coníferas, ha perdido más del 50% de su bosque. Esta muerte masiva del bosque avanza rápidamente y es muy alarmante, y tendrá consecuencias negativas para el abastecimiento de agua potable», explica el estudio.
Impacto del daño de los Bosques
Los bosques desempeñan un papel fundamental en el ciclo del agua. Filtran el agua y retiran de ella nutrientes. En ese sentido, son necesarios para una buena calidad del agua.
Cuantos menos nutrientes contenga el agua de los embalses, mejor será para el tratamiento del agua potable. La escasez de tales nutrientes dificulta el desarrollo de las algas, lo que ayuda a hacer que el agua sea potable.
El equipo de investigación determinó que para cuando la deforestación de la región estudiada alcance el 80%, lo cual parece que ocurrirá inexorablemente si no se ponen en marcha medidas drásticas para impedirlo.
Lo más probable es que las aguas experimentarán un aumento del 85% en la concentración de fósforo disuelto y un aumento de más del 120% en la concentración de nitrógeno. Todo ello en tan solo 15 años.
Esto provocará un aumento de más del 80% de las diatomeas y de más del 200% de las algas verdes en las aguas que van a parar al embalse. Potabilizar esta agua se volverá mucho más difícil y caro.