En Reino Unido, el jefe de la Agencia de Medio Ambiente, James Bevan declaró que los ciudadanos británicos deben dejar a un lado los miedos sobre el consumo de agua potable derivada de aguas residuales.
Bevan también hizo referencia en su texto para el medio Sunday Times a los tiempos de sequías que se viven actualmente en la nación. Además, instó a la ciudadanía y compañías de agua a sobrellevar los tiempos de crisis.
“Parte de la solución sería reprocesar el agua que resulta del tratamiento de aguas residuales, y convertirla nuevamente en agua potable perfectamente segura y saludable, pero no es algo que mucha gente desee”, declaró el funcionario.
Sin embargo, Bevan reconoció el rechazo que podría tener una medida como esta, señalando que es necesario cambiar la “forma de pensar sobre el agua“.
“Tenemos que recordar de dónde viene: cuando abrimos el grifo, lo que sale empezó en un río, lago o acuífero. Cuanto más tomamos, más drenamos esas fuentes y estresamos la naturaleza y la vida silvestre”, detalló James Bevan.
Por otra parte, la voluntad política sería uno de los factores indispensables para concientizar a la población sobre las aguas residuales, aseguró Bevan. En sus conclusiones resaltó que el vital líquido debe ser visto como un “recurso precioso” y no como “un bien gratuito”.
