El conflicto en el territorio de Donbás por parte de Kiev ya tiene ocho años y el sufrimiento de la población civil no cesa. Son 8 años de llamamientos a la paz de parte de Rusia ignorados por el régimen de Kiev patrocinado por los países de la OTAN.
Por su parte, en la República Popular de Donetsk alerta que el Ejército de Ucrania dirige deliberadamente sus ataques contra los residentes.
Son numerosas las imágenes que circulan en toda las redes, donde se evidencia clara y explícitamente el miedo y angustia que debieron vivir las víctimas. Tras los múltiples bombardeos lanzados por las fuerzas de Kiev, estos hechos permanecen ignorados por Occidente, según denuncia el gobierno de Rusia.
La guerra en Donbás data desde 2014 y se considera un conflicto olvidado en Europa, pese al dolor por la muerte de más de 14 mil personas en los enfrentamientos.
Por su parte, ese mismo año, las ciudades de Donetsk y Lugansk autoproclamaron sus territorios como repúblicas. En consecuencia y respuesta al golpe de Estado contra el entonces presidente ucraniano Víktor Yanukóvich. Sin embargo, el resto de los países ignoraba la guerra diaria que padecían los habitantes.
Víctimas civiles
Según las autoridades de Donetsk, en enero de 2015, un proyectil de mortero alcanzó un autobús y un vehículo particular dejando un saldo de 13 muertos.
Esta situación llegó a los hospitales, obligando a las familias a huir con sus niños en brazos y evacuar a los ancianos ante el peligro. En el interior de un hospital pediátrico local, alcanzado por los proyectiles, solo se veía destrucción. Las camillas llenas de escombros, y agujeros de balas en las paredes.
El centro cultural Kúibyshev corrió una suerte similar en el momento en que se llevaba a cabo la entrega de ayuda humanitaria a los civiles afectados. Igualmente, ese mismo mes un trolebús quedó bajo el fuego de la artillería ucraniana. Todos estos ataques iban acompañados de cortes de energía y de agua.
En marzo de 2017, fuertes bombardeos en Donetsk afectaron a decenas de casas y dejaron una escuela local completamente destruida.
Durante 8 años, el mundo ignoró esta guerra, mientras el nacionalismo intentaba borrar la memoria histórica entre Ucrania y Rusia, incluso introduciendo todo tipo de prohibiciones contra el idioma ruso.
Los acuerdos de Minsk se quedaron solo en la retórica de las autoridades de Ucrania, mientras las casas, los hospitales y las escuelas en Donbás eran objetivos de guerra.