Hoy Venezuela recuerda un día que quedó marcado para la historia de la República. El 11 de abril de 2002 un grupo de empresarios agrupados en sectores opositores de la derecha organizaron una protesta en Caracas. Movilización tras la cual existían planes golpistas, que con el tiempo se demostró estaban bien orquestados.
¿Qué sucedió el 11 abril de 2002?
Tanto los sectores de oposición agrupados en Fedecámaras y otro grupo de partidos políticos convocaron a una marcha en contra del Gobierno del presidente Chávez, que inicialmente tendría como destino la sede de PDVSA en Chuao.
Sin embargo, durante el desarrollo de la movilización, los voceros empresariales y políticos deliberadamente desviaron a los manifestantes hasta el Palacio de Miraflores, lugar en el que se encontraba una concentración en apoyo al presidente Chávez.
Bajo varias premisas: “cubanización” del país, desconocimiento de la propiedad privada, derogación de la Ley de Tierras y de las 49 leyes habilitantes, “gobierno dictatorial”, defensa a ultranza de la meritocracia en la empresa petrolera del Estado, entre otras excusas típicas, algunas de ellas esgrimidas por la derecha latinoamericana en buena parte del siglo XX, el grupo se movilizó siguiendo las directrices de sus convocantes.
Complicidad Mediática
Como parte del plan, el 11 de abril los medios de comunicación privados alentaron a los movilizados a orientar la marcha hasta la sede del Gobierno Nacional. Ni Un Paso Atrás, podía leerse en sus pantallas.
En ese momento, el presidente Chávez realizó una Cadena Nacional donde llamó a la paz y denunció las intenciones de la derecha venezolana. Su mensaje no mermó los planes golpistas. La marcha siguió, hasta el punto donde se encontraba el pueblo chavista.
De acuerdo con la publicación “manual del golpe de Estado”, los medios de comunicación impresos, radiales y televisivos, estuvieron transmitiendo informaciones sesgadas y tendenciosas. El objetivo era allanar el terreno para que la opinión pública nacional asumiera el golpe de Estado como un acto natural y razonable. En vísperas de la marcha que precedió al golpe, algunos medios incluso habían titulado: “La Marcha Final”, “Todos a Miraflores”.
Cuando llegó a un punto inevitable, las marchas se encontraron en el centro de Caracas. Francotiradores apostados en las azoteas de los edificios comenzaron a disparar contra los manifestantes de ambas marchas. El caos, la violencia y la incertidumbre reinaron en las calles que se bañaron de sangre.
Comunicado del Alto Mando Militar
Con la violencia en marcha en el centro de Caracas, se intenta inculpar a los sectores chavistas del derramamiento de sangre. El Alto Mando Militar leyó un comunicado en el que desconocía al presidente Chávez. Los ejecutores del golpe del 11 abril, inmediatamente, piden la renuncia del Jefe de Estado y amenazan con acciones en el Palacio de Miraflores, si Chávez no accedía.
En aras de evitar más violencia y muerte, Chávez tomó la decisión de entregarse. En la madrugada del 12 abril el General Lucas Rincón se dirigió al país para indicar que el presidente renunció. Sin embargo, su renuncia jamás se presentó y su paradero era desconocido.
El destino de Chávez en las manos del pueblo
La incógnita sobre dónde se encontraba Chávez y los hechos que sucederían en las horas fatídicas del 12 abril, marcaron un giro trascendental en la historia del país, con el posterior rescate del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, a manos de un pueblo empecinado en seguir escribiendo su historia.
