El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, decretó este lunes “emergencia hídrica”. Desde hace siete meses Uruguay soporta una sequía persistente producto del cambio climático.
El estado de emergencia hídrica decretado por Lacalle Pou contempla la exención de impuestos al agua embotellada. Así como el control del precio de este producto.
El gobierno uruguayo estima que este mecanismo le permitirá ejecutar una obra, en un lapso de 30 días, para potabilizar agua del arroyo San José e inyectarla al sistema distribución del país.
Esos trabajos costarían $ 20 millones y se realizarán con cañería de Brasil y tubería especial proveniente de Argentina.
Por otra parte, el presidente afirmó que “el suministro de agua (en el grifo) está asegurado”. Pero advirtió que se está monitoreando la calidad del agua. En este sentido, aclaró que “No se va a cortar el suministro del agua, lo que puede pasar es que haya un agua de peor calidad” que la actual, señaló el mandatario de acuerdo con El Nuevo Herald.
Gobierno decretó emergencia hídrica para área metropolitana y anunció exoneración impositiva para agua embotellada. https://t.co/XRJmkTURYf
— Comunicación Presidencial (@compresidencia) June 20, 2023
Es importante señalar que la medida anunciada por el presidente uruguayo toca solo Montevideo y el área metropolitana que rodea a esa capital.
En los últimos meses disminuyó drásticamente la disponibilidad del agua potable en Uruguay. Los embalses de agua dulce que abastecen al 60 % de Montevideo y a una zona metropolitana donde reside el 60 % de la población, bajo al nivel mínimo.
La insuficiencia del líquido, las autoridades a usar agua que registra una salinidad mayor. Por eso, el agua que sale de los grifos es salada.
En este sentido, el ministro de Ambiente de ese país, Robert Bouvier, ha dicho: “El agua no es potable (pero) es bebible”, recoge La Voz de América.