Si no llueve, en los próximos días podría acabarse el agua potable en Montevideo. Uruguay enfrenta una crisis hídrica debido a la peor sequía que ha experimentado ese país en los últimos 74 años.
La capital uruguaya concentra el 60% de la población. La urbe cuenta con dos fuentes de agua potable. Ellas son, los embalses Canelón Grande y Paso Severino. El primero se quedó sin agua. Mientras que el segundo, estaría por quedarse seco; hace una semana quedaban apenas 1,2 millones de metros cúbicos de agua y se utilizan 80 mil por día.
Para tratar de paliar la situación, el gobierno ha recurrido a medidas como utilizar el agua de una de las partes más saladas del río Santa Lucía, que suministra la mayor cantidad del agua potable de Uruguay.
El gobierno uruguayo ya declaró la emergencia hídrica y decretó la aplicación de varias medidas ante la drástica disminución del agua potable. Entre ellas figura la supresión de impuestos al agua embotellada y la construcción de un nuevo embalse.
El ejecutivo también está distribuyendo agua potable a grupos vulnerables como escuelas, hogares de ancianos y hospitales.
Pero al parecer las acciones no han sido suficientes. Incluso expertos sostienen que el Estado uruguayo se ha demorado en actuar. El presidente Uruguayo, Luis Lacalle Pou, ha sido criticado por no aceptar la ayuda ofrecida por los gobiernos de Brasil, Chile, Argentina, Colombia y Venezuela.
Esto ocurre mientras se anuncia que el Banco de Desarrollo de América Latina CAF financiará con 250 mil dólares la construcción de obras con el objetivo de contrarrestar el impacto de la sequía que afecta al país.
Las causas de la sequía
El cambio climático sería una de las causas de la crisis hídrica de Uruguay. Sin embargo, el Movimiento Uruguay soberano denunció que hay proyectos adelantados por empresas privadas que consumen mucho de los recursos hídricos de ese país.
Otras fuentes apuntan a que la crisis hídrica también tiene su origen en las industrias que consumen gran volumen de agua en Uruguay. “Uruguay es un país con una fuerte industria de celulosa, ganadería, plantaciones de soja, grandes arroceros y ganadería para exportación. Todos estos sectores consumen gran cantidad de agua potable. No hay ningún debate abierto sobre qué hacer con ellos para abordar el problema de raíz“, dice el Red Latinoamérica.