Trabajadores de la petrolera estadounidense Chevron, de Australia, se declararon en huelga este viernes en las instalaciones de producción de gas natural licuado (GNL) para exigir mejoras salariales y mejores condiciones laborales.
Las conversaciones destinadas a resolver la disputa sobre salarios y otras cuestiones terminaron sin llegar a un acuerdo. Por tanto el sindicato Offshore Alliance, que representa a los trabajadores de Chevron, afirmó en horas de la mañana que la empresa «finalmente afrontará el día de la verdad». Seguidamente, anunció el posible «cierre» de las instalaciones en caso de que falte «personal competente».
Asimismo, el sindicato escribió en Facebook «comienza el juego, Chevron». La alianza, representa a 500 trabajadores de las instalaciones de Gorgon y Wheatstone, ambas frente a la costa de Australia Occidental.
A esto, la compañía estadounidense dijo que «continuará tomando medidas para mantener operaciones seguras y confiables en caso de interrupciones en nuestras instalaciones». Pues el sindicato también respondió que la medida podría costarle a Chevron «miles de millones».
Es importante destacar que, el desacuerdo entre Chevron y los trabajadores amenaza hasta el 7 % de los suministros mundiales y podría aumentar la creciente presión sobre los precios de la energía.