Un grupo de científicos de la Universidad Curtin de Australia, sugieren que el hábito de tomar fotos de la comida no solo sirve para las redes sociales, sino que también puede ayudar a mejorar la alimentación.
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De acuerdo con las conclusiones de la investigación, este hábito permite la exactitud de la ingesta nutricional. Por lo cual, los investigadores dividieron a los participantes del estudio en varios grupos, al final de cada día debían dar sus estimaciones de la ingesta de energía y nutrientes a través de varios métodos. Uno de ellos era una aplicación especial para hacer fotografías de comida.
Por su parte, Clare Whitton, autora principal del estudio, afirmó que estas imágenes posteriormente fueron analizadas por un especialista en nutrición. De acuerdo con los resultados, la exactitud de la ingesta nutricional era mucho mayor en el grupo que fotografiaba sus desayunos, almuerzos y cenas, en comparación con las personas que solo recordaban su ración.
“Disponer de datos precisos y fiables sobre lo que come la población es fundamental para ayudar a las personas a optimizar su salud. La gente puede tener dificultades para recordar lo que ha comido, pero este estudio demuestra que la evaluación dietética puede ser precisa, sobre todo cuando se quita la carga a la persona al pedirle que haga una foto de lo que ha comido,” agregó.
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