La impecable huella de Tarek. Hablar del sendero, de la trayectoria de Tarek William Saab es hablar de la misma marcha de esta patria. En Tarek se confunden las más complejas tareas, esas mismas que llevan la firme convicción y objetivo de la reivindicación de todo un pueblo.
Representa una de esas referencias que han asumido la medular condición de haberse convertido en imprescindibles. Lleva dentro de su espíritu, palpita en su propia alma el proceso revolucionario y que ha acompañado desde su propio inicio, desde su mismísima génesis.
Con insustituible lealtad y competencia ha asumido cada una de las funciones que le han sido encomendadas por el alto mando de la revolución. Ha levantado, como impostergable herramienta, la férrea defensa de los derechos humanos del común, del desvalido en aquellos momentos cuando el atropello y la arbitrariedad toman rostro, asumen figura para azotar y someter a la más indignante de las humillaciones a la esperanza de todo un pueblo.
En Tarek encontramos al constituyente que consagró todo un extenso capítulo para plasmar los derechos humanos y de esa manera convertir a nuestra constitución en una de las modernas dentro del contexto mundial. Era su deber, era el insistente reclamo de su juventud, de su conciencia para el inmediato rescate de un país extraviado y sometido al más oprobioso de los abandonos.
Tarek, siempre adherido al imborrable legado, hizo del ejercicio parlamentario una
irrenunciable vocación para atender el diario reclamo, la frecuente necesidad de las clases más desposeídas y desde su trinchera convertida en activo curul, asumió la defensa no solo de los principios que han guiado el proceso revolucionario, sino la preservación de nuestro icónico sistema de libertades, de nuestra democracia cuando las sombras, el agravio y la infamia se presentaron bajo el vil ropaje de la asonada militar del 2002.
Como devoto militante de las causas revolucionarias asumió la conducción, como primer mandatario del estado Anzoátegui para continuar en su incansable labor de sembrar el encendido concepto de la nueva patria. Nuestra soberana Asamblea Nacional lo designó como responsable de la Defensoría del Pueblo, que con su llegada tomaba inéditas características y dimensiones, ya que arribaba quien le había proporcionado sentido y orientación a este importante despacho del Poder Moral. Tarek William Saab asumía la Defensoría del Pueblo con esa sensación de ser unos de sus más entusiastas promotores.
Pero el destino le tenía guardado, como ineludible desafío, la conducción del Ministerio Público para convertirlo en Fiscal General de la República. Eran tiempos de obligada renovación, de elevar el perfil y garantizar la presencia para la progresiva optimización de nuestra administración de justicia. Era el justo momento para acometer, sin reserva alguna, la transformación de esta vital instancia. Era la aguardada recuperación, que debía ser acompañado de un necesario mecanismo de abierta depuración y solo Tarek podría acometer tan compleja y ardua labor. La actualidad se presenta como principal aval de la huella que ha dejado impregnada Tarek William Saab en este moderno Ministerio Público, que hoy se exhibe como fiel custodio del ordenamiento jurídico de la nación y que es absoluta garantía para cada uno de los ciudadanos que pacientemente aguardaban esta realidad.
La acción de la Fiscalía General se extiende dinámicamente por todo el territorio patrio a través de las estrictas instrucciones giradas por un infatigable fiscal. Igualmente se plasma en su diario tránsito, ese mismo que no descansa para proporcionar la debida justicia y la justa reivindicación. La visión de Tarek ha desbordado espacios para presentarse como el fiel reflejo del país que anhelamos y pretendemos.
Filven y la poesía. La pasada semana se llevó a cabo en Valencia, la inauguración de la deslumbrante Feria Internacional del Libro (FILVEN) capítulo Carabobo, donde se dieron puntualmente cita importantes referencias literarias e intelectuales del país, que con su presencia engalanaron este extraordinario evento. Precisamente en el marco de esta Feria Internacional del Libro y en su orgullosa condición de escritor y poeta, Tarek William Saab hacia formal presentación de su libro “En Un Paisaje Boreal”, que representa una completa compilación, una antología de poesía y pensamiento que narran y recorren vitalmente, a través de versos y prosa, toda una insuperable experiencia literaria entre el año de 1984 hasta el 2021. Un emocionado Tarek narraba, ante la completa atención de los numerosos asistentes, todas las experiencias que sirvieron como fundamental alegato para la creación de esta impactante obra. Sus orígenes, sus inquebrantables nexos familiares, sus experiencias y el encuentro con el rostro del oprimido. Ya lo advertía el excelso poeta, crítico y escritor puertorriqueño, David Cortés Cabán “Pienso que para Tarek William Saab vivir no es solo un acto que se corresponde con la dimensión de la naturaleza sino también una imagen representativa del amor y la solidaridad humana. Por eso es que el concepto de amistad es expresado como un sentimiento que se eleva por encima de las miserias del mundo y revive en el poema instantes de profunda ternura: “Hoy quiero más a mis amigos / siento que me perderé y / no los veré jamás… y si bien este sentido de amistad y solidaridad humana están representados con una fidelidad y con una pasión que nos revela la fuerza y matiz de esta poesía, hay que advertir también que en fondo existe una visión dolorosa de la muerte en los temas que tratan algunos poemas.
Por ejemplo, ligados a los recuerdos de la infancia hay momentos de profunda ternura, pero también presagios de muerte. La presencia misma de un “pájaro” representa un símbolo que proyecta más de un posible sentido para el lector: “Hoy que ningún pájaro ha venido a soñar en mi ventana / solo un árbol guarda la memoria /, para luego reiterar “bajo esas sombras los pájaros duermen / y retornan a la muerte”. Por ello es ineludible destacar la esencia misma, la peculiar visión del poeta Tarek William Saab que se extravían armónicamente en cada una de esas palabras, en cada relato, en cada verso.
El lector tiene la sensación de formar protagónica parte de la extraordinaria narrativa. Es volver a escuchar, con su perenne fuerza, las palabras del soberbio intelectual, venido desde el sur del continente, Jorge Luis Borges que nuevamente retumba en nuestros espíritus “El fin de la poesía no es el asombro. El fin del poeta es expresar lo que muchos hombres habrán pensado, pero nadie ha expresado de un modo tan cabal. El poeta no es la voz de las opiniones, que cambian y además son superficiales, sino la voz de algo más hondo”. Y esa es la verdad.