Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) aseguraron que tienen bajo “control total” el palacio presidencial y los aeropuertos de Jartum, capital de Sudán, y Merowe, población ubicada al norte de ese país. La situación se ha agudizado en medio de los enfrentamientos entre el ejército sudanés y el grupo armado irregular, con un saldo de al menos 25 personas muertas y 183 heridas, según el Sindicato de Médicos de ese país.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son un grupo paramilitar. Su líder es Mohamed Hamdan Dagalo, quien además es el vicepresidente de Sudán.
El grupo participó en el golpe de estado que derrocó al presidente Omar al-Bashir. También intervino en la represión violenta de manifestaciones que pedían el fin del gobierno militar. Una de ellas acaecida el 3 de junio de 2019, cuando asesinaron entre 100 y 200 manifestantes y los arrojaron al Nilo.
Ahora, las FAR comunicaron que lograron expulsar a los soldados del ejército del cuartel general de las unidades de los campamentos de Soba. Asimismo, solicitaron el apoyo de los ciudadanos y de las Fuerzas Armadas de Sudán.
Las relaciones entre el Ejército y las FAR se volvieron tensas en los últimos meses. La razón está vinculada con los acuerdos necesarios para que ocurra la transición en Sudán. Uno de ellos es que el grupo armado irregular se integre al ejército. Las FAR están reacias a ello porque perderían su independencia. Por ello buscaban una posición más cercana a los civiles.