Seguro que usted ha pensado en Alexéi Navalny al leer el titular de esta noticia. Pero no, estamos escribiendo sobre un ciudadano estadounidense de origen chileno que murió en una prisión ucraniana, Gonzalo Lira. Fue detenido el pasado 4 de mayo acusado de justificar la invasión rusa y discrepar desde las redes de la información oficial del ejército ucraniano sobre la masacre de Bucha o acusar al régimen de Ucrania de neonazi.
El 12 de enero de 2024, el Sr. Gonzalo Lira, padre de Lira, informó que su hijo había muerto en una prisión ucraniana a la edad de 55 años. Así lo confirmó el Departamento de Estado de los Estados Unidos y Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. El Gobierno de Estados Unidos zanjó así su muerte: “podemos confirmar la muerte de un ciudadano estadounidense en Ucrania. Nuestras más sinceras condolencias a la familia por su pérdida“, señaló un portavoz del Departamento de Estado al ser consultado.
Lira fue un novelista, cineasta y comentarista. La prensa estadounidense lo señaló en junio de 2022 como propagandista prorruso: “Gonzalo Lira, un chileno-estadounidense que anteriormente publicó contenido misógino, ahora hace videos prorrusos desde dentro de Ucrania, incluso negando la participación rusa en lo que los funcionarios ucranianos dicen fue el asesinato de más de 400 personas en la ciudad de Bucha”, decía NBC News.
El 15 de abril de 2022, cercanos y familiares perdieron contacto con él y denunciaron su desaparición en la ciudad de Kharkiv, Ucrania. La última publicación del periodista Lira fue un tuit de ese día informando sobre docenas de civiles asesinados encontrados en Mariúpol después de la retirada de Ucrania. Una semana después apareció y señaló que había sido detenido por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) durante el período que estuvo desaparecido.
Un año más tarde, en mayo de 2023, el padre de Lira, llamado también Gonzalo Lira, denunció que su hijo fue detenido de nuevo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ¡en la ciudad de Járkov y acusado de “producir y difundir materiales que justificaban la agresión armada” de Rusia.
El informador habría fallecido tras ser torturado en una prisión ucraniana y no recibir la atención médica necesaria, según denunció su padre en una carta publicada en redes sociales por el periodista Alex Rubinstein. “No puedo aceptar la forma en que ha muerto mi hijo. Fue torturado, extorsionado, incomunicado durante 8 meses y 11 días y la embajada de Estados Unidos no hizo nada para ayudar a mi hijo. La responsabilidad de esta tragedia es del dictador Zelensky con la concurrencia de un senil presidente estadounidense, Joe Biden“, escribió el padre de Gonzalo, según difundió el periodista Rubinstein en un tuit.
El servicio de seguridad ucraniano reconoció que Lira fue detenido y puesto en libertad tras pagar una fianza, pero que intentó huir del país con una motocicleta a través de la frontera con Hungría. El propio Lira indicó el pasado 1 de agosto en su cuenta en X que intentaría salir de Ucrania y pedir asilo político en Hungría. “O cruzo la frontera y estoy a salvo o el régimen de Kiev me desaparecerá“, advirtió.
Right now, I'm about to try to get out of Ukraine, and seek political asylum in Hungary.
Either I'll cross the border and make it to safety, or I'll be disappeared by the Kiev regime.
This is what's happened to me over the past three months.
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— Gonzalo Lira (@GonzaloLira1968) July 31, 2023
“Mi delito fue hacer vídeos críticos con Occidente y su régimen títere de Kiev y cómo están destruyendo Ucrania“, publicó Lira en su cuenta en X, donde asegura que fue torturado por sus compañeros de celda por orden de los guardias de la cárcel de Sizo.
On May 1, I was arrested for my YouTube videos. The photos of my arrest are pretty funny—morning bed-head made me look like a character out of Dr. Seuss.
My crime was making videos critical of the West and their proxy regime in Kiev—and how they are destroying Ukraine.
— Gonzalo Lira (@GonzaloLira1968) July 31, 2023
El caso Gonzalo Lira y el caso Alexéi Navalny, muestran el insultante doble rasero de los medios de comunicación y los líderes políticos occidentales a la hora de abordar la muerte de un disidente en prisión. Mientras que el Departamento de Estado y la Comisión Europea han denunciado al Gobierno ruso y a su presidente por la muerte en prisión de Navalny, incluso la presidenta de la Comisión Ursula Von der Leyen se reunía con su esposa, el silencio y el desprecio hacia Gonzalo Lira ha sido absoluto.
A pesar de que su único “delito” fue discrepar del Gobierno ucraniano y nunca llegó a someterse a juicio, ni siquiera después de morir en una prisión, con su familia y amigos acusando de torturas, mereció una crítica de los gobiernos occidentales o sus medios.
Además estaba el agravante de que Lira era ciudadano estadounidense, lo que demuestra el abandono del Gobierno de su país si tu verdugo es amigo.
Algo similar a lo que está sucediendo con el periodista español Pablo González, encarcelado en Polonia desde hace dos años en prisión preventiva, acusado de espiar para Rusia, no se le ha sometido a juicio, ni se han revelado las pruebas en las que se fundamenta la acusación. A pesar de ellos, ni el Gobierno español, ni la Unión Europea, han pedido explicaciones al Gobierno polaco ni han exigido que se celebre el juicio para aclarar su situación. De nuevo complicidad de los Gobiernos si el verdugo es amigo.
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