Un estudio publicado en la revista Urology Case Reports revela la existencia de un joven de 27 años de edad que sufre del síndrome de enfermedad posorgásmica (POIS), que consiste en que su propio semen le produce alergia. Por “la naturaleza angustiosa de sus síntomas”, pasó nueve años continuos sin tener relaciones sexuales.
Los síntomas, agrega la revista, son muy similares a una gripe común, como congestión nasal, tos, estornudos, debilidad y dolor muscular. A estos se suman erupciones en la piel e inflamación de las glándulas linfáticas en cara y cuello, lo mismo que problemas de memoria. Se mantienen presentes durante dos o más días después del orgasmo.
Preocupado, el hombre consultó a urólogos, otorrinolaringólogos, expertos en enfermedades infecciosas y a médicos de muchas otras especialidades, sin éxito. A pesar de que además se sometió a análisis hormonales, de semen, escaneo de testículos e ingesta de antibióticos, nada daba con un diagnóstico certero que le permitiera iniciar tratamiento alguno.
Finalmente, se descubrió que la fexofenadina lograba el efecto de disminuir en 90% los síntomas y es de acción prolongada. Esto le permitió retomar relaciones íntimas.
Lo que origina la enfermedad posorgásmica aún se desconoce. Lo que sí se sabe es que el caso es digno de estudio y despertó en los científicos el deseo de hallar una cura. Se sabe ya de otros 60 hombres que sufren el mismo padecimiento. Los estudiosos creen que pueda deberse a “una respuesta alérgica autoinmune a su propio esperma”.
