Imagínense que llegan de viaje a una ciudad extranjera, por vacaciones, trabajo o cualquier otra razón, y descubren que, en pleno verano, el aire acondicionado del hotel no funciona con una temperatura ambiental de 30 grados; van el restaurante y encuentran gusanos en el plato y, por último, cuando se bañan en la piscina, terminan intoxicados porque el agua está contaminada.
Pues precisamente todo eso es lo que les está sucediendo a algunos atletas en los Juegos Olímpicos de París. El campeón olímpico de los 100 metros de espalda en natación, Thomas Ceccon, representante de la delegación de Italia, fue visto durmiendo en un parque de Francia. La explicación la dio él mismo:
“En la Villa no hay aire acondicionado, hace calor, la comida es mala. Muchos atletas se mudan por esto (…) Hay algo que probablemente muchos no sepan y es justo contarlo”.
El caso es que el atleta optó prefirió abandonar el hotel e irse a dormir a un parque encima de una toalla, y así fue captado en vídeo.
Otro nadador, el británico Adam Peaty, denunció que varios deportistas han encontraron gusanos en su comida, en la villa de los Juegos Olímpicos, concretamente en el pescado.
“Me gusta el pescado, pero la gente se ha encontrado gusanos. Eso no es bueno. Sólo quiero que la gente tenga las mejores condiciones”.
Además, parece que esos gusanos serán el principal aporte de proteínas en su dieta. Como parte de las promesas de sostenibilidad medioambiental, los organizadores se han propuesto que el 60% de todas las comidas servidas sean sin carne y un tercio a base de vegetales. Y a los deportistas se les ha impuesto esa idea de la sostenibilidad: “Yo quiero carne, necesito carne para rendir y eso es lo que como en casa, así que ¿por qué voy a cambiar?”, denunció Peaty.
Y, por si no era suficiente con no poder dormir ni poder comer, la atleta belga Claire Michel acabó varios días ingresada en el hospital, infectada por la bacteria Escherichia Coli, tras nadar en el Sena durante la prueba individual de triatlón femenino. También el triatleta suizo Adrien Briffod sufrió una infección estomacal tras nadar en el Sena. Igualmente, el triatleta canadiense Tyler Mislawchuk, llegó a vomitar hasta diez veces tras nadar en sus aguas.
Si usted tiene previsto viajar a París, antes asegúrese de estar en mejores condiciones de resistencia que los atletas olímpicos para poder salir victorioso de su estancia.
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