Este miércoles, el Sevilla FC se impuso ante la Roma en la tanda de penales y se proclamó campeón de la Europa League por séptima vez en su historia. Con el resultado, José Mourinho sufrió su primera derrota en seis finales europeas.
El Sevilla FC, rey indiscutible de la Europa League, suma ya las siete finales que ha disputado en la competición, y conoce bien la presión de la ocasión, pues ha vivido como su rival toma ventaja en las cuatro últimas finales.
La victoria significa que el Sevilla competirá en la Liga de Campeones de la próxima temporada a pesar de terminar fuera de los cuatro primeros en LaLiga.
Gonzalo Montiel, que a fines del año pasado marcó el penal que le dio a Argentina su tercer título mundial ante Francia, otra vez fue el encargado de sellar la serie y darle la corona al Sevilla.
El portero del Sevilla, Yassine Bounou, detuvo los lanzamientos de Gianluca Mancini y Roger Ibáñez en la definición, mientras que el equipo español estuvo impecable en su ejecución, marcando sus cuatro remates.
El partido había terminado 1-1 tras la prórroga. Sin embargo, en la tanda de penaltis, Gonzalo Montiel anotó el gol de la victoria.
El defensa falló su primer lanzamiento, pero el guardameta del Roma, Rui Patricio, le concedió una prórroga por adelantarse demasiado en la línea de gol.
Trago amargo para Mourinho
Mourinho nunca había perdido una final europea antes de este miércoles, ya que el año pasado condujo al Roma al título inaugural de la Europa Conference League, convirtiéndose en el primer entrenador en ganar todos los trofeos europeos.