La Reserva Federal de Estados Unidos tomó la decisión de aumentar las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual, llevándolas a un rango entre 5,25 % y 5,50 %. Esta medida coloca las tasas de interés al nivel más alto de los últimos 22 años.
Este movimiento de política monetaria, responde al objetivo de la entidad de lograr una inflación estable de 2 % a largo plazo.
Sin embargo, la inflación en EE.UU. sigue por encima de ese nivel, rondando el 3,8 % interanual según el índice preferido por la Reserva Federal.
La subida busca atacar la inflación elevada mediante el encarecimiento del crédito, desalentando parte del gasto y la inversión que presionan los precios al alza. Este es el undécimo aumento de tasas desde marzo de 2022.
La Reserva Federal señaló que «la inflación sigue siendo elevada» y que permanecerán vigilantes ante los riesgos, lo que deja la puerta abierta a un posible nuevo aumento de tasas a fin de año, si la inflación no cede lo suficiente.
Por ahora, la entidad estadounidense se enfocará en evaluar de cerca los datos económicos que vayan apareciendo. El objetivo es buscar signos que confirmen una tendencia descendente más fuerte y consistente de los precios.
Las próximas cifras de inflación y crecimiento económico serán claves para orientar su próxima decisión de política monetaria.
Impacto
Al subir las tasas de interés, los préstamos se encarecen no solo en EE.UU., sino en todo el mundo, afectando especialmente a las pequeñas y medianas empresas que dependen del crédito para operar y crecer.
Las personas también se ven afectadas, ya que los préstamos para comprar vivienda, autos u otros bienes se hacen más caros. Quienes tienen deudas en dólares verán también un mayor pago de cuotas, afectando el poder adquisitivo y presupuestos familiares.
