Autoridades y activistas en Cabo Verde rescataron a 38 migrantes senegaleses el lunes, después de que su barco se hundiera en el Océano Atlántico. La embarcación, que transportaba a más de 100 migrantes, se hundió a unas 150 millas al norte de la isla de Sal, en el país africano.
Los migrantes fueron llevados a tierra en Cabo Verde y están recibiendo tratamiento médico. Se estima que más de 60 migrantes murieron en el hundimiento.
El naufragio es el último incidente en una serie de tragedias que han ocurrido en el Mediterráneo en los últimos años. En 2022, más de mil migrantes murieron tratando de llegar a Europa por mar.
El grupo activista español Caminando Fronteras, que defiende los derechos de los migrantes, dijo que el barco era un gran pesquero que salió de Senegal el 10 de julio.
El Mar Mediterráneo es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Los migrantes que intentan cruzar este mar continental a menudo se enfrentan a condiciones climáticas peligrosas, barcos sobrecargados y traficantes de personas.
Antes de este incidente en Cabo Verde, el 7 de agosto, la Marina marroquí recuperó los cuerpos de cinco migrantes senegaleses. Además, rescató a otros 189 después de que su barco naufragara cerca del Sáhara Occidental.
De acuerdo a cifras del Ministerio español del Interior, en lo que va de 2023 casi 10 mil personas han llegado por mar al archipiélago español de las Islas Canarias desde la costa noroccidental africana.
