Este miércoles la embajada de Cuba en Caracas convocó un acto en desagravio al asedio que sufrió esa sede diplomática y todo su personal hace 21 años, por parte de dirigentes de extrema derecha en el contexto del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez.
Durante el evento miembros del Concejo Municipal de Caracas presentaron un acuerdo, sobre los acontecimientos del 11, 12 y 13 de abril de 2002.
El concejal Armando Graterol afirmó que se trató de una de las violaciones al derecho internacional más graves de la historia.
“Jamás una embajada había sido acechada de tal manera como ocurrió en aquellos momentos. Producto del fascismo contra la revolución cubana, la venezolana y con cualquier otra revolución en defensa de los pueblos, de la dignidad y la soberanía”, expresó.
El presidente de la Cámara Municipal de Caracas, Jimmy Gudiño, calificó como terrorismo el asedio que sufrió la embajada de Cuba en Venezuela en 2002. Explicó que aquel año la oposición venezolana recurrió a actos vandálicos y violentos para intentar derrocar al gobierno democrático del comandante Chávez.
“En ese momento el embajador Germán Sánchez Otero con una voluntad férrea junto al cuerpo diplomático demostraron (…) que estaban dispuestos a defender el territorio cubano e inclusive la revolución bolivariana”, aseveró.
En el evento también hizo acto de presencia la diputada y exsecretaria general de la JPSUV, Rodbexa Poleo, junto al parlamentario Jesús Faría. Este último resaltó los lazos de hermandad que unen a Cuba y Venezuela.
“Le agradecemos a los cubanos por todo lo que hicieron en ese momento y todo lo que han hecho a lo largo de 20 años de revolución en nuestro territorio”, dijo. Seguidamente afirmó que los momentos de lucha son los que “hermanan como nada a los hombres y mujeres que tienen una misma causa y que la asumen así sea con el costo de su vida”.
Foto: Carlos Focault | Venezuela News
Los hechos del 12 de abril de 2002
Aquel 12 de abril de 2002 inició una persecución contra todos los identificados con el chavismo. En ese marco y en clara violación al derecho internacional, grupos violentos aupados por una oposición extremista se concentraron frente a la embajada de Cuba.
La turba, liderada por el dirigente opositor Henrique Capriles, destruyó los vehículos que se encontraban estacionados frente a la sede diplomática. Posteriormente, cortaron los servicios de luz y agua, al tiempo que amenazaron de muerte a todo el personal que laboraba en la residencia.
