Este lunes el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reinstalaron formalmente la mesa de diálogos por la paz, desde el Hotel Humboldt del Parque Nacional Waraira Repano, en Caracas.
En el encuentro participó Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, Iván Danilo Rueda, el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, entre otros integrantes. Por parte de Venezuela, país garante, acudió el General Carlos Martínez Mendoza, quien recordó el compromiso de la nación bolivariana con el vecino país.
“Venezuela no escatimará esfuerzo alguno para el acompañamiento de este trascendental momento del proceso de reconciliación en nuestra amada Colombia“, dijo.
Seguidamente, Beltrán aseguró que la mesa de diálogos entre el ELN y el gobierno de Colombia serviría como un mecanismo para canalizar los cambios que pide el pueblo.
“El momento de cambio que vive Colombia, que se ha expresado de múltiples formas en la calle y las urnas, exige cambios de fondo“, destacó. Posteriormente, añadió: “Apuntamos a que esta mesa sea un instrumento de esa ola de cambios que pide la sociedad colombiana. Esperamos no fallar”.
Rueda aseveró que las diferencias políticas suman a ambos sectores a un propósito común que es el respeto a la vida y a la libertad. Explicó que los cambios son necesarios “para superar un conjunto de derechos y desigualdades que en Colombia han sido negados para muchos sectores de la sociedad”.
Recordó que los diálogos entre el ELN y el gobierno de Colombia tienen como eje principal preservar la vida y la dignidad de los seres humanos.
“Este diálogo político tiene asuntos importantes para el país. Transformaciones concretas en lo territorial y retos concretos frente a los asuntos sociales y ambientales. Tenemos un horizonte de diálogo para dirimir, pactar e ir generando esas transformaciones”, aseveró.
Declaración Waraira Repano
Ambas delegaciones suscribieron una declaración conjunta que más tarde difundió el ministro para la Comunicación y la Información de Venezuela, Freddy Ñáñez. A través de su cuenta en la red social Twitter, publicó el documento compuesto por cinco puntos:
- Reanudar con plena voluntad política y ética, como nos demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión.
- Construir la paz a partir de una democracia con justicia, y con cambios tangibles, urgentes y necesarios. Que esta mesa acuerde dando la mayor participación posible y eficaz de la sociedad. Priorizando a los sectores históricamente marginados y abandonados, para un presente y futuro de dignidad con derechos plenos y democracia auténtica.
- Agradecer la persistencia, el compromiso y presencia en este escenario de encuentro de la razón y los sueños, de los países Garantes: la República de Cuba, el Reino de Noruega, y de la República Bolivariana de Venezuela, hoy país sede y anfitrión. Así como de la Misión de Verificación en Colombia, de la Organización de las Naciones Unidas, y de la iglesia católica, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. Todas y cada una de sus acciones nos han dado, un respaldo moral, político, jurídico que realza la responsabilidad que tenemos.
- Compartir que la construcción de paz como política de Estado trasciende la temporalidad con compromisos permanentes y verificables, que siembre certeza de una nueva cultura de paz, fundada en cambios reales que permitan la superación de la violencia política y sus causas.
- Asumir los valores que hoy en el mundo son básicos e imperiosos, el respeto de todas las formas de vida y su dignidad.
Lea aquí la declaración conjunta firmada por las delegaciones de diálogo del Gobierno de Colombia y el ELN ⬇️⬇️#21Nov pic.twitter.com/DQqNECUhhC
— Alfred Nazareth (@luchaalmada) November 21, 2022