Políticos franceses hacen oídos sordos, mientras Francia enfrenta su octava jornada de huelga contra la reforma de pensiones macroniana. Una comisión mixta de diputados y senadores dio luz verde al proyecto de ley que tendrá que ser votado por el Parlamento este jueves.
Tras conocerse la noticia, el ministro de Trabajo de Francia, Olivier Dussopt, recibió con alegría el acuerdo. A través de su cuenta de Twitter escribió «Estaremos allí en el Senado y luego en la Asamblea Nacional para confirmar estas conclusiones».
🏛️🇫🇷 Je salue la conclusion positive de la commission mixte paritaire entre députés et sénateurs, qui a adopté un texte commun sur la réforme des retraites. #DirectAN #DirectSénat
Nous serons au rendez-vous au Sénat puis à l’Assemblée nationale pour confirmer ces conclusions.
— Olivier Dussopt (@olivierdussopt) March 15, 2023
Mientras los políticos celebran, en las calles se da una situación completamente diferente. París, Lyon, Burdeos y Marsella, entre otras ciudades, enfrentan intensas jornadas de protestas contra la reforma de pensiones.
Tan solo en París, se han manifestado 450.000 personas, según cifras de la CGT, el mayor sindicato de trabajadores de Francia. Medios reportan que a lo largo de la jornada se han celebrado más de 200 manifestaciones en todo el país.
Además, se mantienen los paros convocados en el sector del transporte, las refinerías, los puertos y el encargado de la recolección de basura.
Sobre la afectación de este último, en París se acumularon 7.000 toneladas de basuras, causando la proliferación de ratas.
Ante la presión de los trabajadores, el gobierno capitalino recurrió a empresas privadas para retirar la basura acumulada en las calles.
Reforma de pensiones a la macroniana
La reforma, que fue aprobada este miércoles por la comisión con 10 votos a favor y 4 en contra, eleva la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
La normativa, también específica que a partir de 2027, para tener derecho a una pensión completa, se deben haber trabajado 43 años (actualmente son 42 años).
Macron defiende a capa y espada la reforma de pensiones asegurando que «el gasto» en pensiones para 2032 equivaldría al 14,7% del PIB y no del 13,8%, como lo es ahora. Sin embargo, sondeos revelan que dos de cada tres franceses se oponen a la normativa.