No importa cuando usted lea esto, el Real Madrid volverá a estar en la gran Final de la UEFA Champions League luego de derrotar al Manchester City.
Una vez más, como ante el PSG y el Chelsea, los madridistas vinieron de atrás y remontaron una serie que parecía perdida. Pero para el Real Madrid no hay imposibles, nunca se puede dudar del corazón de un campeón, mucho menos en Champions.
El Manchester City tomó sus previsiones y salió con menos ímpetu que en la ida, el Madrid sabía que necesitaba un gol para igualar la serie y fue un poco más que en Inglaterra.
A pesar de que los locales tuvieron algunas llegadas más, el marcador no se movió y así fueron al descanso.
Para la segunda mitad vendría la montaña rusa de emociones. Al minuto 73 Mahrez pondría un clavo en el ataúd del Madrid, un gol que le daba ventaja de dos tantos en la serie al City (5-3).
Ancelotti movió su banca y puso a los jóvenes en la mitad de la cancha. Con Modric y Casemiro fuera el milagro parecía más lejano.
Pero el Manchester City perdonó una y otra vez, no puso el tanto de la tranquilidad y el Real Madrid resurgió, como el Ave Fénix.
Cuando todo parecía encaminado a una final inglesa, apareció Rodrygo con dos goles en dos minutos (90 y 91) para hacer explotar de locura al Bernabéu. Lo que no consiguió el equipo en 89 minutos, lo hizo en 2.
Con el juego 2-1 y la eliminatoria igualada a 5 goles por lado, el cupo a la final se definió en la prórroga.
Ya el City como en las películas, esperaba el momento de su muerte. Y esta llegó con el gol desde el punto penal de Karim Benzema al minuto 95.
El resto del juego fue un querer y no poder de los visitantes y una clase de pundonor y coraje de los locales.
Tratar de explicar lo que pasó en el Bernabéu es imposible: ¿Magia? ¿Mística? ¿Ganas? ¿Pundonor? ¿Coraje?
No sabemos, lo cierto es que el Real Madrid una vez más estará en la final de la Champions y busca su 14ta orejona.
