«Ya no entregaremos armas a Ucrania porque ahora estamos armando a Polonia con armamento más moderno«, dijo el premier al canal de noticias polaco Polsat News.
Cabe destacar que, estas declaraciones responden al comentario de Zelenski ante la ONU sobre «el teatro político« de algunos en Europa.
«Es alarmante ver cómo algunos en Europa representan la solidaridad en un teatro político, haciendo una obra de suspenso con cereales», dijo el presidente ucraniano.
En ese sentido, el martes pasado, Polonia convocó al embajador de Ucrania para protestar por esas palabras del presidente ucraniano en Nueva York. Ante lo que el premier polaco consideró un «insulto» contra su país.
El análisis que realizaron con medios internacionales sobre esta afirmación de Zelenski es que acusó a Varsovia de «seguir el juego» de Rusia. Esto, luego de que Polonia y otros países centroeuropeos prohibieron las importaciones de cereales ucranianos para proteger los intereses de sus agricultores.
Por su parte, el Gobierno de Morawiecki denunció que esas palabras del presidente ucraniano son «injustificadas en lo que concierne a Polonia, que ha apoyado a Ucrania desde los primeros días de la guerra«.
Guerra por los cereales
Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, Polonia enviaba armas y ayuda humanitaria a Kiev. También abrió sus fronteras a los refugiados de ese país.
Pero la relación entre ambos comenzó a agrietarse desde mayo pasado cuando la Unión Europea (UE) acordó restringir las importaciones de grano ucraniano. Esto, como resultado del cierre de las rutas marítimas del Mar Negro.
En ese contexto, la UE se convirtió en ruta de tránsito y destino de exportación para el producto. Sin embargo prohibió las importaciones de granos ucranianos a cinco países vecinos: Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumania y Bulgaria.
Estos países habían dicho que el aumento inesperado de granos ucranianos, de bajo costo y libres de aranceles, estaba hundiendo los precios para los agricultores locales y causando «estragos económicos«, refiere BBC.
El acuerdo permitía que los granos fueran transportados por los cinco países, aunque prohibían su venta y almacenamiento en el mercado local.
El 15 de septiembre, la Comisión Europea dijo que pondría fin a la prohibición de las importaciones, argumentando que «las distorsiones del mercado en los cinco estados miembros fronterizos con Ucrania han desaparecido«.
De inmediato, Polonia, Hungría y Eslovaquia informaron que retarían la medida y seguirían con las restricciones.