Durante su viaje a Europa, entrevistamos al abogado argentino Guido Leonardo Croxatto, defensor del presidente peruano Pedro Castillo, detenido ilegalmente por el gobierno de facto de Dina Boluarte.
¿Usted es argentino. ¿Cuál es su perfil profesional y por qué ha aceptado defender al presidente Pedro Castillo?
Soy un abogado argentino, especializado en derecho penal y derechos humanos. Soy discípulo de Eugenio Zaffaroni, penalista argentino, ex juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con quien trabajo, con quien estudié en Argentina y Alemania y con quien ahora defendemos, juntos, a Pedro Castillo. Esto es simbólico para mi, porque fue Zaffaroni quien, justamente, hace seis años, estando los dos en Viena, luego de una conferencia en el Ludwig Boltzmann Menschenrechte Institut (BIM); me dijo, tomando un café «no sirve que estés acá, es todo muy elegante, muy lindo, pero no sirve, tenes que volver a América Latina». Y eso hice. Y ahora fuimos juntos a Perú y terminamos defendiendo juntos a un presidente rural latinoamericano. Es simbólico. Zaffaroni tenía razón: había que volver a América Latina. La vida en Alemania era muy cómoda. Pero también muy poco comprometida.
Hace una década que me dedico a defender los derechos humanos y las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en Argentina. Fui asesor de Eduardo Luis Duhalde (o Duhalde el “bueno“) en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación argentina. También trabajé en el CELS y en organismos de Derechos humanos de Europa. Fui becario de diversos institutos, como el Max Planck en Alemania.
¿Quiénes componen hoy la defensa de Castillo y con qué orientación?
Somos un equipo de seis abogados, y todos trabajamos de modo coordinado y bajo un mismo objetivo: la restitución del presidente Castillo, dado que su destitución fue inconstitucional, violando normas básicas del debido proceso. El objetivo es claro. Y es lo que corresponde jurídicamente, luego de un análisis procesal de la vacancia.
¿Puede explicar cuál es la estrategia defensiva, en qué etapa está el juicio del presidente, cuáles son los próximos plazos y qué se puede esperar?
A medida que gano experiencia en los foros internacionales, voy llegando a una conclusión a la que hubiera preferido no arribar: los organismos de derechos humanos, la OEA, la ONU, no están funcionando como deberían. Son burocracias elegantes, pero muchas veces no dan respuestas concretas a las violaciones graves que suceden en el mundo. Perú es un ejemplo. Allí se violan derechos civiles y políticos básicos todos los días, y sin embargo estos organismos no hacen nada al respecto. Callan. Son cómplices. Es muy decepcionante para cualquier abogado comprometido constatar esto. Creo que estos organismos necesitan una reforma o lentamente irán desapareciendo, porque los pueblos ya no creen en ellos: no se sienten representados. No saben a quién acudir. Y los abogados tampoco. No existen ya tribunales imparciales. No hay garantías de imparcialidad. Nosotros presentamos recursos para terminar con la detención arbitraria de Castillo. Esperamos que esto se resuelva pronto.
La detención del presidente es parte de una estrategia política latinoamericana e internacional que utiliza el lawfare para eliminar cualquier posibilidad de cambio verdadero. ¿Cuál es la situación ahora en Perú, después de tantas víctimas causadas por el gobierno usurpador de Boluarte?
Lo que sucede en Perú es un capítulo más de una película que ya conocemos. Detención de líderes progresistas, sin pruebas, sometidos a procesos arbitrarios, para condicionar la vida política de nuestros países. Sucedió en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, en Argentina, en Honduras. Hoy le toca a Perú. No es un caso muy distinto de los demás. Castillo quería y quiere nacionalizar recursos naturales. Esto no favorece a los intereses económicos que existen sobre los recursos de Perú. Esos intereses preferían otro presidente.
¿Cuánto pesa en la sociedad el chantaje de la pasada guerra de clases, considerando que los medios de comunicación se dedican a obligar a cualquiera se presente en el escenario político a distanciarse de las razones que llevaron al pueblo peruano a rebelarse, incluso con las armas?
Argentina tiene su propia experiencia en materia de comunicación y derechos humanos. Una ley que fue debatida y apoyada por la sociedad, (Ley de Medios) que contó con el respaldo masivo de la sociedad, que fue declarada constitucional por la Corte Suprema, fue derogada por el presidente Macri a pocos días de asumir el gobierno. Los medios concentrados de América Latina no son agentes de un debate democrático ni serio de ideas. son espacios de agresión, difamación y descalificación continua, y de noticias falsas que condicionan negativamente a la opinión pública y suelen estar orientadas a desinformar sobretodo en materia política. Hay mucha desinformación. Esto conspita contra la vida en democracia y afecta más a los líderes progresistas, que son los que confrontan con el status quo que defienden esos medios hegemónicos. Perú no es la excepción. En los medios peruanos, con muy honrosas expeciones, se descalifica y miente. Pero también se vierten contenidos sin ningun tipo de aspiración argumental. Se idiotiza. Pan y Circo. Hay medios que intentan brindar información más clara o más seria, como Hildebrant en sus trece, un semanario, o el diario La República, que fue el primero en hablar de „ejecuciones extrajudiciales“ para referirse a los asesinatos durante las manifestaciones contra el regimen de Boluarte. Pero la mayoría son medios comprados por grandes intereses. Son empresas de medios. No medios independientes ni neutrales a la hora de informar. En Perú hay dos grandes grupos que dominan la casi totalidad de la información que circula en la prensa gráfica, TV y Radio. Es muy dificil para una voz alternativa o crítica encontrar su lugar. En Peru los cholos, los pobladores de la Sierra, las mujeres indigenas, no tienen donde expresarse. No tienen quien las escuche. Por eso protestan en las calles: para ser visibles. Y por eso la Corte Suprema prohibe la protesta, declarando que la misma es delito. Para censurar la libertad de expresión de los pueblos que no son dueños de medios de comunicación. Los ricos son los únicos que pueden realmente “expresarse“ en nuestras sociedades.
Las organizaciones populares tienen muy clara su agenda política, que comienza con un proceso constituyente y culmina con la aprobación de una nueva constitución que represente los intereses de los sectores populares. ¿Cuál es la posición del presidente Castillo y la suya?
Castillo apoya desde el primer día la convocatoria a una Asamblea Constituyente, que incluya la cuota indígena en el Congreso y termine con la mirada neoliberal de Fujimori. Castillo pretende terminar con la constitución apócrifa de Fujimori. Yo coincido absolutamente con este proyecto. Creo que es la base de su plataforma política futura. Castillo tendrá su oportunidad en la política peruana. Su historia no está concluida. Al contrario. Con estas arbitrariedades en su contra, se vuelve cada vez más fuerte. Es notable la censura que pesa sobre él. Es notable cómo se lo incomunica. Hay mucho miedo de que Castillo se exprese y convoque a la ciudadanía. Creo que llamar a elecciones no va a resolver el problema de base: que la destitución del presidente Castillo fue irregular, inconstitucional. Y esto demanda una solución jurídica. No se puede barrer o esconder esa arbitrariedad debajo de la mesa. Y la misma no se resuelve tampoco llamando a elecciones. Es una arbitrariedad que necesita una respuesta jurídica clara, para que a futuro no se repita, generando siempre inseguridad e inestabilidad.
Tras la posición asumida por la cumbre de la Celac y por Venezuela en particular, el presidente mexicano AMLO también pidió a Boluarte la liberación de Castillo. ¿Qué pasos pretende dar a nivel internacional, también de cara a la próxima cumbre de los pueblos, que acompañará a la cumbre UE-CELAC?
En primer lugar, hay que decir que en los acuerdos de la UE existe una clausula democrática, según la cual cuando un Estado no respeta principios esenciales de derechos humanos, como sucede hoy en Perú, ello conduce a que se frenen acuerdos comerciales. Lamentablemente vemos en muchos gobiernos, como la cancillería chilena, que se privilegian los negocios por sobre la vida. La familia de Elisabeth Käsemann, asesinada en la dictadura argentina, denunció que el gobierno alemán de entonces había privilegiado los vínculos comerciales con la dictadura por sobre la vida de su hija. Algo similar podemos decir hoy de algunos países que elijen hacer la vista gorda de lo que está pasando en Perú. Parece que no saben que murieron 70 personas, que fueron asesinados chicos, como Rosalino Flores. ¿Qué hubiera pasado si murieran en Francia 70 manifestantes? El gobierno de Macron hubiera caído. ¿Por qué toleramos que mueran 70 personas en Perú? La vida en Perú vale menos que una vida en Francia?
Recientemente ha habido noticias de que Boluarte, que no encuentra dinero para hacer frente a las inundaciones, está enviando drones para el conflicto de Ucrania. Y se construirá un puerto muy importante en Perú, desde el cual se podrían lanzar ataques a los países socialistas de la región. ¿Cuál es la estrategia de Boluarte a nivel internacional?
Desconozco su estrategia exterior, pero me llama mucho la atención un dato reciente: que la cancillería peruana le acaba de solicitar al ministerio de economía 3 millones de dólares para “mejorar” la imagen de Boluarte en el exterior. Pero ni con 3 ni con 10 millones van a poder ocultar los crímenes que se están cometiendo. Podrían usar ese dinero para ayudar a los peruanos y no para “lavar la imagen” de una presidenta de facto y repudiada por la mayoría abrumadora de la sociedad.
Como defensor de los derechos humanos, ¿qué opina del secuestro y deportación del diplomático venezolano, Alex Saab, ocurrido hace tres años en Cabo Verde, cuando intentaba importar alimentos, medicinas y combustible a Venezuela bloqueada por » sanciones»?
Las sanciones nunca ayudan a los países. Además son arbitrarias. Generan un mundo cada vez más cerrado y conflictivo, sin diplomacia en serio. Sin acuerdos. Sin horizontes. El bloqueo a CUBA me parece criminal. Un anacronismo y un sin sentido que habría que terminar. A la inversa, un gobierno que asesina a 70 manifestantes a balazos, que manda tanques a la universidad pública, que persigue estudiantes, periodistas, y abogados, que censura a Amnistía Internacional, ese gobierno no recibe ningún tipo de sanción económica? Hacemos de cuenta de que no pasa nada? Esta desigualdad va horadando la credibilidad de la supuesta “comunidad internacional”. Los bloqueos no sirven de nada. Solo agravan el hambre, la desigualdad, la pobreza. No hay razones “humanitarias” que los justifiquen.
¿Cuál es el propósito de su viaje a Europa? ¿Qué le pide a los movimientos de peruanos en el exterior ya los movimientos sociales europeos?
Los movimientos de peruanos en el exterior me reciben con un cariño que no me sorprende, pero me llena de seguridad en la tarea que venimos llevando adelante. El pueblo no necesita saber de leyes para entender que con Castillo se cometió y comete una arbitrariedad grave. Lo pueden sentir. Se sienten identificados con Castillo: es uno de ellos, y fue tratado en consecuencia. Lo echaron a patadas del Palacio, como hubieran hecho con cualquier cholo de la sierra. Así fueron tratados históricamente. Por eso la bronca. Por eso las manifestaciones masivas.
Les pido que estén unidos, que prioricen lo importante, que defiendan la democracia y la legalidad y que sepan que el pueblo argentino es un pueblo hermano del pueblo peruano, que hay mucho aprecio. Yo crecí escuchando historias de mi mama de cómo Perú había ayudado a la Argentina en la guerra de Malvinas, sobretodo su fuerza aérea, con aviones a los que pintaban el escudo argentino en bases de Arequipa y volaban muy alto para no ser captados por radares ingleses. Son historias que van dejando una marca de gratitud. Y que me hacen pensar que algunas cancillerías –como la chilena- se siguen manejando en modo conservador, bajo una lógica colonial, inglesa (diría Scalabrini Ortiz), que conduce a no apoyar al pueblo peruano y al pueblo argentino. Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera… dice el Martin Fierro, libro argentino que le regalé a Castillo en la prisión.
¿Apoya usted la restitución de Castillo?
Por supuesto. Pero también pienso que podrían, para ser democráticos, llamar a un referéndum y consultar a la gente: continuidad de Boluarte o restitución de Castillo. O nuevas elecciones, en las que no se puede proscribir a nadie, menos a Castillo, ilegalmente destituido de su cargo. El pueblo tiene que tener la última palabra. Y el pueblo sabe reconocer muy bien las injusticias, por eso Fujimori no gana. Me vinieron a ver mujeres de AMPAEF a Argentina. Es conmovedor escucharlas y saber que todavía, tanto tiempo después, no han obtenido justicia. Pero tienen una conciencia clara.