Este sábado el Papa Francisco ofició la tradicional misa de Navidad desde la Basílica de San Pedro, en ciudad del Vaticano. Desde allí extendió la bendición “Urbi et Orbi” (en español a la ciudad de Roma y al mundo).
La ceremonia contó con presencia reducida dentro del templo debido al aumento de contagios por covid-19 en Europa. Sin embargo, miles de fieles se congregaron en las afueras de la Plaza de San Pedro.
Como es costumbre en la misa de Navidad, el sumo pontífice se dirigió y bendijo a los católicos desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
El Papa Francisco resaltó las consecuencias negativas que ha dejado la pandemia dentro de la sociedad. Aseguró que existe “una tendencia creciente a retirarse, a dejar de esforzarse por encontrar a otros y hacer cosas juntos”.
Conflictos en el mundo
En esta misa de navidad también se refirió a los conflictos internacionales. En ese sentido destacó que el diálogo es el único camino para resolver las disputas y alcanzar “beneficios duraderos para todos”.
“Seguimos siendo testigos de un número creciente de conflictos, crisis y desacuerdos (…) Estos nunca parecen terminar y ahora apenas los notamos. Nos hemos acostumbrado tanto a ellos que se están pasando por alto inmensas tragedias en silencio”, sentenció el alto jerarca de la Iglesia católica.
Sobre este punto se refirió a la situación en Siria, Yemen e Irak. No obstante pidió no ignorar la situación de Palestina y la crisis económica que atraviesa El Líbano.
Durante la misa de navidad el Papa también mencionó las tensiones en Asia. En este sentido pidió a Dios darle consuelo a Afganistán, un país que dijo “durante más de 40 años ha sido duramente probado por los conflictos”. Igualmente oró por el pueblo de Myanmar, “donde la intolerancia y la violencia atacan con frecuencia a la comunidad cristiana y sus lugares de alabanza”.
Tampoco dejó por fuera los conflictos en Europa del este, Etiopía y el Sahel.
La misa de Navidad también fue transmitida en directo a través del canal de Youtube del Vaticano para que los fieles del mundo pudieran acompañara la ceremonia y recibir la bendición “Urbi et orbi”, la cual solo se imparte el Domingo de Pascua y cada 25 de diciembre.