El Gobierno de Panamá amenazó con boicotear a aquellos países que lo califiquen de «paraíso fiscal». Así lo dijo el presidente, José Raúl Mulino, durante su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.
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En ese sentido, Mulino negó que Panamá es un paraíso fiscal. Además, arremetió contra empresas de países que promueven estas listas y les advirtió que no podrán participar en licitaciones de obras públicas en la nación centroamericana.
Asimismo, anunció que las naciones que están detrás de esas nóminas «tampoco contarán con nuestros votos en los organismos internacionales».
En su discurso ante la ONU, Mulino también arremetió contra el Gobierno de Venezuela y cuestionó la grave crisis migratoria, a través de la selva del Darién.
Cabe recordar que Panamá ha figurado en varias listas negras de paraísos fiscales, siendo el escándalo más relevante el de los Panamá Papers, en 2016.
Deportaciones de migrantes
El Gobierno de Panamá ha violado cualquier acuerdo internacional al evidenciar los tratos más crueles, inhumanos y degradantes, a partir de las decisiones contra los migrantes.
En el peor de los casos, ha ordenado la instalación alambre de púas a lo largo del Tapón del Darién para provocar pánico entre los migrantes que intentan cruzar.
También ha puesto en marcha la expulsión de personas de su país, a través de un programa que surgió, a partir de la firma de un acuerdo entre el gobierno de Panamá y Estados Unidos con el que intentan atender crisis migratoria.
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