Este miércoles la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó que la crisis alimentaria actual puede conducir a una “catástrofe” que alcanzará dimensiones globales para 2023.
La información la dio a conocer la secretaria general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD), Rebeca Grynspan, en una rueda de prensa. Desde allí la funcionaria adelantó que el incremento de la energía y las restricciones comerciales han disparado los precios de los fertilizantes.
“El aumento de los costes energéticos y las restricciones comerciales en el suministro de fertilizantes procedentes de la región del mar Negro han hecho que los precios de los fertilizantes suban incluso más rápido que los de los alimentos”. Así lo manifestó Grynspan ante los medios.
Sobre este punto, la funcionaria de ONU detalló que si se extiende el conflicto en Ucrania, la crisis alimentaria podría extenderse hasta 2023.
“Si los altos precios de los cereales y los fertilizantes persisten en la próxima temporada de siembra, la crisis actual podría extenderse“, explicó. Al mismo tiempo agregó que la situación podría afectar a millones de personas en todo el mundo.
En ese sentido, afirmó que el aumento del 10% en los precios de los alimentos significará una disminución del 5% de los ingresos de las familias más pobres. Igualmente, contrastó los datos con la información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Dicho organismo aseguró que el 60 % de los trabajadores del mundo tienen ingresos reales más bajos que antes de iniciar la pandemia del covid-19.