Organizaciones internacionales denuncian el juicio de niños palestinos en tribunales militares de Israel. Khaled Quzmar, director de Defense of Children International – Palestina describe cómo suelen ocurrir estos sucesos:
“A los niños generalmente los arrestan en sus casas. Decenas de militares asaltan en mitad de la noche la vivienda, a veces rompiendo la puerta, preguntan por el niño y entran al mismo dormitorio del menor con los fusiles a despertarlo para llevárselo”.
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Además, añade que someten a los niños a interrogatorios sin la compañía de su familia ni posibilidad de defenderse legalmente con un abogado. “Allí son sometidos a tortura psicológica y a veces también física, donde muchos acaban confesando bajo presión delitos que no han cometido”, afirma Quzmar.
Esta situación es objeto de estudio de otras organizaciones como la propia UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los palestinos) o Save the Children. Según investigaciones de esta última, los niños son víctimas de abusos y maltratos durante estos procesos:
Cuatro de cada cinco (un 86 %) aseguran que las autoridades los golpearon, un 69 % denunció que los desnudaron para registrarlos y casi la mitad, el 42 %, sufrieron heridas en el momento de la detención, algunos de bala y otros acabaron con huesos rotos.
Los únicos niños del mundo en un tribunal militar
Según la organización Save the Children, los palestinos son los únicos menores del mundo que los tribunales militares procesan sistemáticamente. La organización estima que, en los últimos 20 años, se recluyeron alrededor 10.000 niños palestinos en el Sistema de detención del tribunal militar de Israel.
Es importante destacar que existen diversos casos de detenciones administrativas que no implican un cargo contra el detenido. Esto puede observarse en el caso de Iham Nahala, a quien liberaron luego de haber pasado 14 meses en prisión sin cargos en su expediente.
Otro de estos casos es el de Amal Muamar Nakhleh, quien padece una enfermedad autoinmune rara, y llevaba un año en detención administrativa sin cargos. Este caso lo denunció en 2022 la UNRWA, que también afirmó la dificultad al momento de recibir información sobre la salud del chico y al contactar con sus familiares.
En ese sentido, un informe de 2013 de Unicef concluyó que el maltrato al que someten a los niños en la detención militar israelí era: “generalizado, sistemático e institucionalizado durante todo el proceso, desde el momento de la detención hasta el procesamiento del niño y eventual condena y sentencia”.
A pesar de los estudios y las denuncias de estas organizaciones internacionales de derechos humanos, el Servicio Penitenciario de Israel (SPI) desconoce estas afirmaciones. Según BBC Mundo, el SPI asegura que “no están al tanto” de dichas acusaciones. También añade que los prisioneros “tienen derecho a presentar una denuncia que será examinada exhaustivamente por las autoridades oficiales”.
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