Un juez negó el pedido de libertad a la expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez; quien cumplirá nueve meses de reclusión bajo cargos de sedición, terrorismo y conspiración.
La determinación la dictó el juzgado séptimo de instrucción de La Paz, tras una audiencia telemática extendida por más de cuatro horas.
Por su parte, la defensa de Áñez solicitó la detención domiciliaria. Consideran que riesgos procesales, como el de fuga y obstaculización en las investigaciones, no están fundamentados en su arresto.
Además, Áñez en su intervención reclamó al juez «que actúe con valor y a derecho» ante la «crisis de objetividad y lealtad» y el «total sometimiento del Poder Judicial y de la Fiscalía al Gobierno».
«Soy una presa política y quiero que me devuelva mi libertad«, clamó Jeanine Añez, que tiene responsabilidad en la persecución y asesinato de seguidores del ex presidente Morales.
El juez Luis Fernando García optó por mantener los riesgos procesales, una decisión que ahora la defensa de Áñez apelará y para la que ha pedido complementaciones.
De haberse concedido la libertad, Áñez habría continuado en prisión igualmente. Tiene que cumplir otra orden de detención preventiva por el caso «golpe de Estado II».
Áñez lleva en prisión preventiva desde el 15 de marzo por su papel durante la crisis postelectoral de 2019 en Bolivia.
Las autoridades bolivianas investigan el caso «golpe de Estado», tras la denuncia de la exdiputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty.