El primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, amenazó al nuevo gobierno de transición sirio. Señaló “no tener intención de interferir en los asuntos internos de Siria”, pero que si este permite que Irán se establezca en su territorio o permite la transferencia de armas a la resistencia “responderá con fuerza y le exigirá un alto precio”.
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“No tenemos intención de interferir en los asuntos internos de Siria, pero claramente tenemos la intención de hacer lo que sea necesario para garantizar nuestra seguridad”, comunicó el régimen hebreo.
En ese sentido, Benjamín Netanyahu también aseguró que Tel Aviv quiere establecer relaciones con el nuevo gobierno de Damasco, seguidamente advirtió de la cercanía con el país persa y a las resistencias del Líbano y Palestina.
Las declaraciones surgen luego de que el ministro de defensa israelí, Israel Katz, afirmara que las fuerzas del régimen destruyeron la flota militar siria, en una operación llevada a cabo la noche de este lunes, con el fin de eliminar las amenazas estratégicas en su contra.
De igual forma, se confirmó que las tropas hebreas están creando una zona desmilitarizada, sin presencia israelí permanente, más allá de la zona de amortiguamiento de los ocupados Altos del Golán.
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