El gobierno de Italia aprobó un decreto de ley que endurece las penas contra los traficantes de seres humanos en el Mediterráneo. La medida llega tras el mortal naufragio en las costas de Calabria, donde murieron por lo menos 72 migrantes.
El decreto incluye un nuevo delito, «muerte y lesiones por el tráfico de inmigrantes clandestinos», por el cual se establecen penas de hasta 30 años de cárcel. Así lo explicó la primera ministra, Giorgia Meloni, tras el Consejo de Ministros, realizado en la localidad donde se produjo el naufragio.
Meloni también destacó que este nuevo delito se asumirá como «universal». En ese sentido, será perseguido «incluso si se comete fuera de los confines nacionales».
El decreto de ley, que si bien, entra en vigor automáticamente, aún debe ser aprobado por el Parlamento antes de 60 días.
Con este nuevo decreto, la primera ministra busca acallar las voces en su contra sobre el naufragio del 26 de febrero.
Muchos fueron los que condenaron la inacción del gobierno de Meloni y los equipos de rescate. Esto debido a que señalan que pudieron haber hecho más para evitar el desastre.
Cabe destacar que, por este naufragio, en el que murieron al menos 17 menores de edad, las autoridades detuvieron a tres presuntos traficantes. Se conoció que se trata de un turco y dos paquistaníes, uno de ellos menor de edad.
De acuerdo al Ministerio del Interior italiano, en lo que va de año, las llegadas por mar han sido de unas 15.800, frente a las 6.000 que se registraron en el mismo período del año pasado.
Los migrantes en su mayoría provienen de diferentes países de África y Oriente Medio. Se aventuran en la peligrosa travesía huyendo de los conflictos y la pobreza en sus países de origen
