A los 96 años, falleció este lunes Delia Cecilia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo en Argentina. Luego de haberse reencontrado con su nieto en el 2015, quien fue robado tras nacer en cautiverio durante la última dictadura (1976-1983).
“Cumplí con mi promesa de hace 39 años. Estoy feliz por poder decir ‘misión cumplida’”, expresó en aquel entonces.
Este lunes, la organización creada en 1977 comunicó y lamentó la muerte de una de sus 12 integrantes originales. “Expresamos nuestra más profunda tristeza por la partida de otra compañera”, dice el comunicado y reseña Infobae.
“A esta institución, Delia le dio todo. Todavía no caemos en la cuenta de que ya no está, pero el vacío que se siente es enorme. Se ha ido una mujer luchadora, militante de la memoria, la verdad, la justicia y la alegría. ¡Hasta siempre, querida Delia!”, la despidieron desde Abuelas.
El nieto de Giovanola fue el número 118 recuperado por Abuelas, que estima en 400 los niños robados durante la dictadura. Asimismo, 12 más aparecieron desde ese momento y ella, al igual que otras abuelas, continuó acompañando cada reencuentro.
Cuando la fundadora de las Abuelas de la Plaza de mayo tenía 50 años, en la madrugada del 16 de octubre de 1976, una célula del gobierno de facto secuestró a su hijo Jorge y a su compañera, Stella Maris Montesano, en su casa de La Plata.
Ambos eran militantes de izquierda. Él era empleado del Banco Provincia. Ella estaba embarazada de ocho meses, además de una niña, Virginia, de tres años. “La pequeña Virginia quedó en su cuna. Avisada, Delia fue a buscarla y se hizo cargo de ella, mientras buscaba desesperadamente a Jorge y Stella Maris”, recordó el parte.
Cuando Virginia cumplió 18 años ayudó a su abuela en la incansable búsqueda, pero tras una depresión se quitó la vida a los 39 años y cuatro años después apareció su hermano.
“Me secuestraron con 8 meses de gestación, en la panza de mi madre, me hicieron nacer en la cocina de una celda toda sucia, sobreviví de casualidad. Me contaron que estuve con mi madre apenas tres días”, contó Martín hace dos años a Infobae, en la primera entrevista que dio como nieto recuperado.
Y continuó “después me separaron de ella, me vendieron y durante 39 años me robaron mi identidad. Eso me pasó a mí, ni hablar a mis padres que los torturaron y los hicieron desaparecer. Mi madre me dio a luz esposada y con los ojos vendados arriba de una chapa, en un lugar asqueroso, mugriento”.
