La presión mediática en Perú tras el aberrante caso de Mila, una menor de 11 años, víctima abuso sexual por parte de su padrastro, logró que una junta médica en Lima aprobara que accediera a un aborto terapéutico.
Fue el pasado mes de julio cuando Mila, nombre ficticio para proteger su identidad, descubrió que tenía 13 semanas de gestación. Un embarazo producto de los continuos abusos sexuales de los que era víctima por parte de su padrastro, Lucas Pezo Amaringo, de 43 años.
Perú rectifica y autoriza el aborto de Mila, una niña de 11 años violada por su padrastro – EL PAÍS https://t.co/Vs8xRgIXkQ
— Noticias Perú 🇵🇪 (@peruenlanoticia) August 17, 2023
La madre de la menor, quien también fue víctima del hombre en el pasado, había optado por no denunciar las vejaciones por temor a represalias. Sin embargo, esta vez, ante el horror de la situación, fue junto a Mila a una comisaría y presentó una denuncia.
El agresor, Pezo Amaringo fue detenido por la Policía, sin embargo, el juez Bernuel Espíritu Portocarrero decidió dejarlo en libertad condicional. Alegó que no había suficientes elementos de convicción para dictar prisión preventiva, reseñó mundo diario.
El calvario de Mila
El calvario de Mila continuó cuando la Unidad de Protección Especial (UPE), encargada de la protección de menores, no activó el protocolo de aborto terapéutico y separó a la menor de su familia, y la envío a un albergue junto con sus tres hermanos. Esto generó una gran controversia, ya que se argumentó que la niña necesitaba apoyo familiar en este momento crítico.
El debate se intensificó el 3 de agosto, cuando una junta médica inicial del Hospital Regional de Loreto determinó que Mila debía continuar con el embarazo, a pesar del riesgo para su salud.
Tras esta decisión, diversos organismos nacionales e internacionales intervinieron e iniciaron una campaña a favor de Mila. Gracias a estas acciones, se logró una segunda opinión médica desde Lima que aprobó que la menor accediera a un aborto terapéutico.