InicioOpinionManiobras para el acuerdo UE-MERCOSUR | Por: Geraldina Colotti

Maniobras para el acuerdo UE-MERCOSUR | Por: Geraldina Colotti

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Al final de junio, se realizó en París la cumbre del Grupo de los 77 más China para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, del cual Cuba tiene a su cargo la presidencia rotatoria.

Fueron convocados más de 100 representantes, entre jefes de Estado y delegados de gobiernos, miembros de la comunidad multilateral, sector privado y sociedad civil de países de todos los continentes.

El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha hablado de la reforma al sistema financiero, basada en la propuesta latinoamericana de cambiar deuda por acción ambiental.

El mandatario de Colombia, Gustavo Petro, ha propuesto la emisión de derechos especiales de giro, a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), que no fueran para cada país, para no afectar la inflación, sino al Fondo del Clima.

Así, la operación – dijo -tendría un “efecto progresivo”, es decir, que los países más necesitados sean los más beneficiados.

Petro ha confirmado que Francia financiará con donaciones parte de la reforma agraria en Colombia.

En la COP de Dubai, dijo, se debe presionar para que su propuesta de cambiar deuda de los países por proyectos sostenibles “se vuelvan realidades”.

Urge un nuevo y más justo orden internacional, ha declarado el presidente cubano, Díaz-Canel es inaceptable que, en pleno siglo 21, a la mayoría de las naciones se les continúe imponiendo instituciones obsoletas heredadas de la Guerra Fría y Bretton Woods, y que se alejan de la actual configuración internacional”.

Una sugerencia que la UE parece lejos de querer aceptar. Asumiendo la presidencia rotatoria del Consejo Europeo, el presidente español, Pedro Sánchez, ha celebrado el primer acto en Kyiv, para simbolizar el apoyo sin fisuras a Ucrania por parte de la Unión Europea en todos los ámbitos: militar, humanitario y económico.

Sánchez ha recordado que se ha adoptado ya el undécimo paquete de sanciones contra Rusia, y que la Unión Europea mantiene un esfuerzo coordinado para cubrir las necesidades de Ucrania en materia defensiva, a través del Fondo Europeo para la Paz.

Frente al conflicto en Ucrania y al protagonismo de los BRICS, a los que cada vez más países piden sumarse, incluyendo Venezuela, la Unión Europea busca concluir el acuerdo de libre comercio UE-MERCOSUR en julio, durante la cumbre UE-CELAC, que se celebrará en Bruselas; o, al maximo, para el fin de este año.

Para este propósito, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha visitado Brasil, Argentina, Chile y México, en búsqueda de nuevas materias primas estratégicas; pero también en búsqueda de gobiernos más controlables por el campo occidental liderado por Estados Unidos, ante la redefinición de un mundo multicéntrico y multipolar en el que China y Rusia proponen relaciones no asimétricas con los países del sur.

El último presidente de la Comisión Europea visitó el continente hace once años, y hasta hoy Von der Leyen no había mencionado América Latina y el Caribe entre sus prioridades económicas.

Las relaciones o los acuerdos comerciales para el suministro de materias primas -sea carbón, petróleo, café, cacao o piñas- estaban asegurados, considerando que muchos países de la región forman parte de los programas europeos de cooperación al desarrollo.

Pero ahora el contexto geopolítico ha cambiado. Además, Von der Leyen fue nominada oficialmente por Biden para dirigir la OTAN, y por ello -para permitirle completar su mandato- se decidió prorrogar al actual Secretario General Stoltenberg por un año más.

Llevar a casa el acuerdo UE-MERCOSUR sería un gran logro para ella. El tratado, que elimina las barreras comerciales y facilita el intercambio de bienes y servicios entre las dos macroáreas, fue firmado en 2019, pero no ha sido ratificado por los distintos estados.

Ahora, el principal propósito de la misión ha sido reducir los aranceles a las exportaciones europeas, que representan una quinta parte del comercio del bloque, y de convencer sobre todo a Brasil (que desde julio preside el Mercosur) y Argentina, dos importantes componentes del bloque (además de Uruguay y Paraguay).

La política alemana anunció una subvención de 20 millones de euros para el Fondo Amazónico; 430 millones para proyectos contra la deforestación; 8 millones para proyectos de renovables en Chile, así como un fondo para hidrógeno verde de 225 millones.

En México, en el marco de Global Gateway -el gran programa europeo para impulsar inversiones verdes y digitales en el mundo- ha prometido financiar iniciativas mexicanas como el Plan Sonora y el Corredor Interoceánico de Tehuantepec.

El acuerdo incluye inversiones, compras públicas, medidas anticorrupción y se espera que se complete para finales de año.

Un memorándum de entendimiento sobre materias primas críticas fue firmado en Argentina, que tiene una de las mayores reservas de litio del mundo.

“El acuerdo UE-Mercosur es el acuerdo comercial más grande y ambicioso que jamás hayan negociado tanto la Unión Europea como el Mercosur”, dijo von der Leyen en Buenos Aires.

Pero, los presidentes de Brasil y Argentina están en contra de los mecanismos de sanciones por incumplimiento medioambiental. Han dejado claro que no aceptarán un acuerdo con fuertes «asimetrías» basado en «la desconfianza y las sanciones». Todavía son interlocutores (y proveedores) necesarios.

Brasil sigue siendo el principal actor en la zona, y presiona por el regreso de Venezuela al bloque regional, del cual el país bolivariano había sido arbitrariamente excluido durante el retorno masivo de la derecha al continente.

Es dentro de la amplia coalición liderada por Lula donde han surgido dudas sobre el nuevo documento recibido de Bruselas que convertiría a Brasilia en potencialmente objeto de sanciones si no se cumplen los requisitos ambientales.

Además, pesan las resistencias internas de países como Francia o Austria, que piden un acuerdo más vinculante desde el punto de vista ambiental, pero también para la protección de sus sectores estratégicos como la agricultura.

Por esta razón, los negociadores europeos enviaron una adenda que contenía medidas más estrictas sobre sostenibilidad y deforestación, lo que haría obligatorios algunos requisitos del acuerdo de París.

Venezuela News Radio 104.9 FM

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