Un desastre ecológico sacude a Madeira, Portugal, el incendio forestal que azota la isla desde el 14 de agosto ha dejado una huella imborrable en su ecosistema, consumiendo 14% de sus bosques y poniendo en grave peligro la laurisilva, un tesoro natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Las llamas han alcanzado zonas de gran valor ecológico, como el Pico Ruivo y el Pico das Torres, destruyendo hábitats únicos y poniendo en riesgo especies autóctonas. La laurisilva, un bosque subtropical de incalculable valor biológico, se encuentra ahora en peligro inminente.
La laurisilva, un relicto de la era Terciaria, alberga una biodiversidad excepcional. Su pérdida representa un duro golpe para el patrimonio natural de Madeira y para la lucha contra el cambio climático.
La responsabilidad humana
Elsa Araújo, presidenta de Quercus Madeira, acusa a las autoridades de irresponsabilidad por la falta de prevención y medios para combatir los incendios. La escasez de recursos y la ausencia de medidas de protección adecuadas han agravado la situación.
La recuperación de los ecosistemas dañados será un proceso lento y complejo. El cambio climático, con sus sequías cada vez más frecuentes y temperaturas extremas, dificulta aún más la regeneración natural.
Se quema Madeira, llegó a lo más alto de la isla. Un desastre ecológico de incalculables dimensiones. Una pena contemplar estas imágenes 😢😢😢 #Madeira #incendiomadeira pic.twitter.com/oBH9hdc5Ao
— Carlos Marín (@diariodeandar) August 22, 2024
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