El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró al exnegociador de la Unión Europea (UE) para el Brexit, Michel Barnier, de 73 años, como el nuevo primer ministro del país galo, con el objetivo de formar un gobierno unificador para servir a ese Estado y a su pueblo.
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Asimismo, este nuevo primer ministro de Francia, tendrá la obligación de formar y dirigir el nuevo Gobierno, ya que se enfrentará a una férrea resistencia de los oponentes de Emmanuel Macron en el Parlamento.
En ese sentido, el presidente francés indicó que Michel Barnier podrá reunir las condiciones necesarias para hacer del país lo más estable posible y, además, darse la oportunidad de reunir y consolidar una amplia mayoría en el parlamento.
Ante este nuevo nombramiento, el partido de extrema derecha francés Agrupamiento Nacional (RN), que representa uno de los principales bloques parlamentarios de ese país, resaltó que juzgará este nuevo nombramiento a base de sus resultados. Además, señaló que espera que se atiendan las “grandes emergencias de los franceses”; como el poder adquisitivo, la seguridad y la inmigración, manifestó Jordan Bardella, presidente de RN
Por otro lado, desde la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon expresó que el nombramiento demostró que el resultado de las elecciones parlamentarias de julio había sido robado. Por lo que, el líder del partido Francia Insumisa convocó protestas callejeras para el próximo sábado 7 de septiembre.
Democracia quebrada
Anteriormente, Emmanuel Macron, decidió no designar a un primer ministro de la alianza de izquierdas, Nuevo Frente Popular (NFP). En su lugar, comenzó un nuevo ciclo de consultas con diversos partidos políticos para intentar formar un gobierno funcional, lo que terminó con la designación de Michel Barnier.
La decisión del mandatario francés se produce tras la evaluación de que un gobierno encabezado por el NFP enfrentaría de inmediato una moción de censura en la Asamblea Nacional, lo que dificultará su capacidad de gobernar.
El NFP, al recibir una mayor cantidad de votos, exigió que su candidata, Lucie Castets, sea nombrada primera ministra. Sin embargo, la respuesta del Palacio del Elíseo fue clara: Macron ha ignorado hasta ahora esta candidatura.
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