El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se niega a ceder en su decisión de imponer a la fuerza la reforma de pensiones que rechaza el 80% de los franceses. Macron descartó en esta jornada la posibilidad de someter a referéndum su controvertida normativa.
Tras la votación de las mociones de censura que favorecieron por la mínima a su gobierno, Macron se reunió este martes en el Palacio del Elíseo con los principales representantes de los grupos aliados en la Cámara Baja.
El encuentro, en el que Macron hizo un repaso de daños (su gobierno se vio debilitado en el Parlamento), sirvió también para reforzar la imagen autoritaria del mandatario.
Pese a lo que pide la mayoría (llevar la reforma de pensiones a votación), Macron se muestra contrario. Insiste que la reforma que aumenta la edad de jubilación, seguirá adelante.
Macron no quiere ceder en ningún frente, ante la petición de cesar a su primera ministra Élisabeth Borne o disolver la Cámara baja. Fuentes citadas por varios medios galos, entre ellos Franceinfo o BFMTV, señalan que ninguna de estas opciones están siendo barajadas por el presidente.
Todo este caos político que ha detonado Macron le ha pasado factura a su imagen. De acuerdo a un sondeo publicado el fin de semana por “Le Journal de Dimanche”, solo el 28% de los franceses respaldan a Macron. Este es el nivel de popularidad más bajo desde las marchas de los “chalecos amarillos” a principios de 2019.
