El presidente de Brasil, Lula da Silva, aseguró que los manifestantes bolsonaristas recibieron ayuda interna el pasado domingo durante la invasión al Palacio de Gobierno.
Estas confirmaciones las hizo el jefe de Estado a la prensa local.
«Estoy convencido de que el Palacio de Planalto fue abierto para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas. Alguien les facilitó la entrada aquí. Policías, agentes de seguridad e incluso miembros de las Fuerzas Armadas fueron conniventes con los asaltantes”.
El domingo, una semana después del regreso de Lula al poder, miles de simpatizantes del exmandatario de ultraderecha invadieron las sedes de los poderes públicos en Brasilia.
Durante la violenta movilización los seguidores de Bolsonaro saquearon oficinas y destruyeron invaluables obras de arte en su arremetida contra los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
En ese sentido, Lula prometió ser más duro, cauteloso y prudente para evitar acciones similares en el futuro. También anunció una revisión profunda del equipo de trabajo en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña.
«El palacio estaba lleno de bolsonaristas, militares. Vamos a corregir la situación para colocar allí funcionarios de carrera, de preferencia civiles», afirmó.
Hasta el momento, las autoridades investigan quién organizó y cómo se financió a los manifestantes.
Al menos mil 500 personas quedaron detenidas por su participación en los actos vandálicos, similares a los perpetrados en el Capitolio estadounidense en Washington el 6 de enero de 2021 por partidarios del entonces presidente Donald Trump.