Con toda seguridad, usted se sentirá en estas fechas bombardeado por noticias sobre Gaza, Israel, Palestina, Hamas, drones, cohetes, muertos, terrorismos… Es algo que sucede periódicamente en los medios cuando se recrudece el conflicto palestinoisraelí. Y, seguro, ninguna de esas crisis y sobredosis de información sobre el tema le ayudan a conocer ese conflicto. Las informaciones cotidianas se limitan a partes de guerra: una bomba por aquí, una masacre por allá. Mi recomendación es que apague unas horas la televisión, renuncie a leer noticias breves de rabiosa actualidad de menos de cinco mil caracteres y aproveche el tiempo conseguido para leer un libro con el que podrá, por fin, comprender por qué Israel y los países árabes llevan años de guerra.
Y para sugerirle esos libros, escribo estas líneas. El primer autor de referencia es el historiador israelí Ilan Pappe, un estudioso fundamental para conocer la historia de la región.
Su primer libro es “Historia de la Palestina moderna. Un territorio, dos pueblos”. En él, aborda la historia de una tierra habitada por dos pueblos con identidades nacionales distintas. Comienza en el periodo otomano, a principios del siglo XIX, durante el reinado de Mohamed Alí, y traza un recorrido que va desde la llegada de los primeros sionistas a finales del siglo XIX, al mandato británico a comienzos del siglo XX, la creación del Estado de Israel en 1948, y las subsiguientes guerras y conflictos, que culminan en las intifadas de 1987 y 2000.
Una obra imprescindible que te da las mejores y más básicas herramientas para comprender la región y el conflicto.
Pero también habrá que abordar toda la mitología de la que se ha rodeado Israel para defender sus posiciones. Aquí encontramos, del mismo Pappe, la obra “Los diez mitos de Israel”. Se trata del relato histórico del sionismo sobre Israel está construido sobre numerosas falacias y mentiras. Relatos ficticios que nos impiden entender los orígenes y la realidad actual del conflicto y que sutilmente arrojan dudas sobre el derecho moral de los palestinos a la tierra que ocupan.
Pappe examina los mitos esenciales que asientan el dominio sionista sobre la tierra palestina y que configuran la identidad del estado contemporáneo de Israel. Los relatos que explora Pappe -repetidos hasta la saciedad por los medios de comunicación, impuestos por el ejército de Israel, aceptados sin cuestionamiento por los gobiernos del mundo- refuerzan el statu quo regional. Se pregunta si los palestinos abandonaron voluntariamente su patria en 1948 y si la guerra de junio de 1967 fue «inevitable».
Una obra iluminadora sobre los mitos –y la realidad– que hay detrás del Estado de Israel.
Y seguimos con Pappe e Israel. Ahora el libro es “La idea de Israel. Una historia de poder y conocimiento”. Desde su fundación en 1948, el Estado de Israel se ha basado en el sionismo, el movimiento que estaba detrás de la propia creación, para fundamentar su propia esencia, proporcionar una identidad específica y determinar una dirección política. Ilan Pappe revisa el papel que de forma continuada ha desempeñado la ideología sionista.
La idea de Israel estudia cómo opera el sionismo, más allá de la esfera militar y de la política gubernamental oficial, adentrándose en áreas nos exploradas como la educación, los medios de comunicación o el cine, así como en los usos que se hacen del Holocausto en la estructura de soporte ideológico del Estado.
Un libro fascinante, que explica por qué fracasó la vía de diálogo dentro de la sociedad israelí y se disipó el momento postsionista que habría abierto la vía de la paz.
Ahora toca al Pappe que nos hable de los palestinos. Sucede en el libro “Los palestinos olvidados. Historia de los palestinos de Israel”. Desde la proclamación del Estado de Israel, hace ya setenta años, varias generaciones de palestinos han vivido como ciudadanos israelíes dentro de las fronteras surgidas del conflicto de 1948. Su situación precaria, a caballo entre los ciudadanos judíos de Israel y los desposeídos palestinos de la Franja de Gaza y de Cisjordania, les ha hecho desarrollar una relación extremadamente compleja con la tierra a la que llaman hogar.
Un texto que nos habla sobre una parte del conflicto habitualmente olvidada, de la exclusión interna de toda una población, del apartheid interior.
Cambiamos de autor, de nuevo otro historiador israelí. Se trata de Shlomo Sand y su obra es “La invención del pueblo judío”. Todo moderno Estado-nación cuenta con una narración de sus orígenes, transmitida tanto por la cultura oficial como por la popular; entre tales historias nacionales, sin embargo, pocas han sido tan escandalosas y controvertidas como lo es el mito nacional israelí.
El muy conocido relato de la diáspora judía del siglo I d.C. y la reivindicación de una continuidad cultural y racial del pueblo judío hasta el día de hoy, resuenan más allá de las fronteras de Israel. Pese a su abusivo empleo para justificar el asentamiento de judíos en Palestina y el proyecto del Gran Israel, se han realizado muy pocas investigaciones académicas sobre su exactitud histórica.
En este valiente y apasionado libro, Shlomo Sand demuestra que el mito nacional de Israel hunde sus orígenes en el siglo XIX, no en los tiempos bíblicos en los que muchos historiadores, judíos y no judíos, reconstruyeron un pueblo imaginado con la finalidad de modelar una futura nación. Sand disecciona con la minuciosidad de un forense la historia oficial y desvela la construcción del mito nacionalista y la consiguiente mistificación colectiva.
En esa misma línea, este mismo historiador escribe “La invención de la Tierra de Israel”. ¿Qué es una patria?, ¿Cómo y cuándo se transfigura en un «territorio nacional»? ¿Por qué multitudes enteras han estado dispuestas a inmolarse por tales lugares a lo largo del siglo XX? ¿Cuál es la esencia de la Tierra Prometida?
Shlomo Sand examina esa enigmática tierra sagrada que se ha convertido en el solar donde acontece la lucha nacional más longeva de la modernidad, desmonta las antiguas leyendas que envuelven Tierra Santa y los prejuicios que continúan asfixiándola.
Sand disecciona el concepto de «derecho histórico» e indaga en la concepción moderna de la «Tierra de Israel» formulada por cierto protestantismo evangélico del siglo XIX y por el sionismo. Esta invención que, a su juicio, hizo posible la colonización de Oriente Próximo y la creación del Estado de Israel, constituye ahora una seria amenaza a su propia existencia como hogar nacional judío.
El estadounidense Norman G. Finkelstein es hijo de supervivientes de los campos de concentración de Auschwitz y Majdanek. El resto de su familia pereció en el Holocausto. Es doctorado en Ciencia Política y, entre otros libros, ha escrito “Imagen y realidad del conflicto palestino-israelí”. En él realiza un análisis minucioso de las diversas fases de evolución del conflicto entre el pueblo palestino y el Estado de Israel, explorando tanto los supuestos ideológico-políticos como los objetivos estratégicos que han animado al movimiento sionista desde sus orígenes.
Critica asimismo la nueva historiografía israelí que durante los últimos años ha intentado sentar una tercera vía de análisis históricos de los procesos de construcción del Estado de Israel y algunos casos de falsificación histórica que de modo periódico distorsionan la realidad de la ocupación y la violencia israelíes.
Otro de los libros de Finkelstein es “Método y locura. La historia oculta de los ataques de Israel en Gaza”. Aquí repasa tres grandes ataques de Israel contra los cerca de dos millones de palestinos atrapados en la Franja de Gaza. En conjunto, la Operación Plomo Fundido (2008-2009), la Operación Pilar Defensivo (2012) y la Operación Margen Protector (2014) acabaron con la vida de tres mil setecientos palestinos. Por el contrario, en estas invasiones pereció un total de noventa israelíes.
A la vista de estas cifras, se ha dicho a menudo que la sucesión de ataques, tremendamente desproporcionados, era delirante y patológica. Los políticos israelíes, lejos de desalentar este tipo de percepciones, las han difundido activamente. Tras los ataques de 2008-2009, la por entonces ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Tzipi Livni, alardeaba: «Israel ha hecho gala, durante la reciente operación, del auténtico hooliganismo que le exigí».
Sin embargo, como bien señala Norman G. Finkelstein en este conciso y clarividente libro, si examinamos de cerca los motivos últimos de Israel, descubriremos que su repetido recurso a la guerra más salvaje dista mucho de ser irracional. En realidad, los ataques de Israel han sido diseñados para sabotear un posible compromiso de paz con los palestinos, aun cuando los términos de este le favorezcan ampliamente.
«Método y locura es sencillamente excepcional como crónica y ensayo académico.», afirmó Mouin Rabbani, miembro senior del Institute for Palestine Studies.
En una línea de mayor compromiso político, pero no menos rigor se sitúa la obra “¡Palestina existe!”, un recopilatorio de textos de José Saramago, Noam Chomsky, James Petras, Edward W. Said, Alberto Piris y Antoni Segura.
Los autores denuncian, desde diferentes perspectivas, cómo Israel desarrolla una estrategia perfectamente planificada de ocupación y desalojo de Palestina, y cómo la llamada comunidad internacional emite, como mucho, algunas quejas retóricas en las que sitúa al agresor y al agredido en el mismo plano.
Eso cuando no se refiere en términos más duros y conminativos a la resistencia palestina (calificada de «terrorista», sin matiz de ningún tipo) que a la acción criminal del Estado sionista, de la que sólo deplora sus «excesos», como si toda su política genocida no fuera en sí misma un intolerable y aberrante exceso.
Con el apoyo material de los Estados Unidos de América, que le proporcionan cuantas armas, dinero y cobertura estratégica necesita, Israel se permite desdeñar la legislación internacional la Convención de Ginebra, muy destacadamente, y pasar por alto todas las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el conflicto.
No hace falta que los lean todos, pero seguro que, con cualquiera de ellos, logrará aprender y comprender mejor el conflicto palestinoisraelí que con horas de noticieros televisivos y píldoras de noticias breves y descontextualización.