El político opositor venezolano, prófugo de la justicia en Madrid-España, Leopoldo López rompió el silencio este jueves por la noche sobre el tan cuestionado «interinato» de su colega Juan Guaidó. A través de un hilo de Twitter admite que cometieron «fallos» y asegura que esa estrategia, que tuvo al exdiputado por La Guaira como cabeza visible, finalmente derivó en «chantaje y traición» dentro de la propia derecha.
«En mi criterio, aceptar la construcción de un gobierno interino donde las fracciones parlamentarias asumieran el control del poder ejecutivo fue un error. Lo hicimos para fortalecer una unidad política necesaria, hoy entendemos estuvo mal planteada», aseguró el dirigente de Voluntad Popular (VP), que reside en una lujosa mansión ubicada en el barrio más caro de la capital española.
Agregó que «muchas voces en su momento lo alertaron, y tenían razón, a Juan Guaidó desde la Asamblea Nacional le ataron las manos, y lo que comenzó como un control político rápidamente derivó en chantaje y traición«.
Y una vez más deja al descubierto el nivel de corrupción y de diferencias internas dentro de ese sector de la oposición de Venezuela. «Lo más importante, como se demostrará en un futuro, es que quienes acusaban a Juan Guaidó eran realmente quienes, por detrás, intentaban cometer irregularidades desde el gobierno interino».
Lavado de cara
López, en un intento por lavarle la cara a su conmilitón Juan Guaidó, expresó que este «arriesgó su vida por la libertad de Venezuela». Asimismo, manifestó, logró «levantar la esperanza de los venezolanos» y «liderar una rebelión contra la dictadura».
Luego, en su hilo de Twitter, volvió a hacer gala de las desavenencias internas al decir que su «amigo» es supuestamente «la piedra en el zapato de quienes están en el negocio de lavarle la cara a Maduro (…) A todos ellos les aseguro: Juan Guaidó no es una figura pasajera«.
«A Guaidó no le hace falta un cargo para dar la pelea, por eso seguirá en Venezuela pese a la persecución, amenazas a su familia, al encarcelamiento y exilio de su equipo», concluyó el otrora integrante de Primero Justicia y responsable intelectual de las llamadas guarimbas de 2014, o acciones violentas de calle, que dejaron decenas de muertos y heridos en Venezuela.
El interinato, convertido en la nada, acusado del robo más grande a la nación en siglos y con nulo respaldo internacional, quedó disuelto el pasado 30 de diciembre. Todo ocurrió en una sesión virtual protagonizada por la misma oposición que le creó, con el principal respaldo de Donald Trump, quien en ese entonces ejercía como presidente de Estados Unidos.