Para Luís Roberto Barroso, uno de los 11 miembros del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil y actual presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), «la verdadera razón» del juicio político contra Dilma Rousseff se debió a la falta de alianzas políticas y no por el delito fiscal por el cual se le acusó.
«La justificación formal fue el llamado ‘pedaleo fiscal’ —violación de las reglas presupuestarias—, aunque la razón real ha sido la pérdida de apoyo político«; escribió el magistrado.
El año pasado, Barroso también se refirió al impeachment contra la exmandataria de Brasil: «No debe haber duda razonable de que ella no fue destituida por delitos de responsabilidad, ni por corrupción; sino que la destituyeron por pérdida de apoyo político».
Además, sostuvo que sacar del Gobierno a Rousseff «por corrupción después de lo que vino, lo que siguió, sería una ironía de la historia«; aludiendo a la gerencia de Michel Temer, quien seguía en la línea sucesoria y condujo el Ejecutivo por vacante presidencial.
A la dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), la destituyeron de la Presidencia el 31 de agosto de 2016; luego de que la cámara alta aprobara con 61 votos contra 20 la finalización de su mandato.