Los gobiernos de Italia y España ordenaron la evacuación de sus respectivos ciudadanos en Níger tras el golpe de Estado perpetrado por militares.
Por su parte, El gobierno de España trabaja ya en la evacuación por vía aérea de los más de 70 españoles.
La decisión de las autoridades españolas obedece a la ausencia de vuelos comerciales que pudieran utilizar ciudadanos españoles. Esto, tras el cierre del espacio aéreo en Níger y la situación en el país.
Desde hace varios días los responsables de la embajada española en Níger pusieron a disposición de los españoles en ese país un correo electrónico. Además, un número de teléfono de emergencia consular para coordinar esta operación de evacuación.
Italia hará lo propio
Además de España, Italia anunció este martes la organización de un vuelo para evacuar a sus ciudadanos de Níger, según comunicó el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani.
“El Gobierno italiano ha decidido ofrecer a nuestros conciudadanos de Niamey la posibilidad de abandonar la ciudad en un vuelo especial con destino a Italia”, publicó el funcionario en un tuit. “La Embajada en Niamey permanecerá abierta y operativa, también para contribuir a los esfuerzos por mediar un rumbo”, agregó.
Contexto en Níger
A primera hora del miércoles 26 de julio, un grupo de militares, reunidos en una plataforma autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), anunció en la televisión gubernamental la destitución del presidente Mohamed Bazoum. Además, la suspensión de las instituciones, un toque de queda nocturno hasta nueva orden y el cierre de las fronteras.
Los miembros del CLSP llamaron a los integrantes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional a sumarse a su levantamiento contra Bazoum. Sólo unas horas después, un grupo de militares anunció a través de la televisión nacional la destitución del presidente, una declaración suscrita después por el Estado Mayor del Ejército.
El golpe de Estado surge en un momento de ahondamiento de la crisis económica y de seguridad en Níger. El país enfrenta un incremento de operaciones de los grupos terroristas Al Qaeda y Daesh.
Además, la junta militar golpista suspendió la Constitución de 2010 y quedaron disueltas todas sus instituciones, al tiempo que anunciaron que ejercen “el conjunto de los poderes legislativo y ejecutivo” en “espera de la vuelta al orden constitucional normal”.