Una reciente investigación de Human Rights Watch (HRW) reveló que el ejército sionista abusó y maltrató a médicos, enfermeras y personal sanitario palestino en Gaza.
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“El maltrato del gobierno israelí a los trabajadores sanitarios palestinos ha persistido en la oscuridad y debe terminar de inmediato,” declaró Balkees Jarrah, directora interina para Oriente Medio de HRW.
La organización enfatizó que la tortura y otros abusos contra el personal médico palestino deben ser investigados y sancionados adecuadamente, incluso por la Corte Penal Internacional (CPI).
La investigación se basa en entrevistas con ocho miembros del personal sanitario que fueron liberados. Estos relataron haber sufrido malos tratos en centros de detención, incluyendo palizas, abusos sexuales, falta de asistencia médica. Además, los mantuvieron con los ojos vendados durante días.
Los detenidos fueron arrestados sin cargos en un período que varió entre siete días y cinco meses, principalmente en sus lugares de trabajo durante los asedios israelíes a hospitales en Gaza.
HRW envió una carta al ejército sionista y a los Servicios Penitenciarios israelíes con los hallazgos preliminares el 13 de agosto, sin embargo, no ha recibido respuesta.
Violaciones graves contra el personal sanitario palestino
La organización documentó que todos los profesionales de la salud entrevistados reportaron experiencias de maltrato similares durante su detención por parte del ejército israelíes.
De acuerdo con HRW, todos los entrevistados coincidieron en que los despojaron de su ropa, golpeados, vendados y esposados, en muchos casos durante semanas. También relataron haber sido sometidos a presiones para admitir pertenencia al movimiento Hamás, enfrentando amenazas de detención indefinida. Así como de violación y asesinato de sus familiares en Gaza.
Además, los trabajadores de la salud indicaron que cualquier movimiento o conversación durante su detención era castigado. Y que se aplicaban sanciones colectivas si otros detenidos hablaban.
“A veces, si uno decía algo, ellos los soldados castigaban a todo el grupo en la prisión de Naqab de manera colectiva”, comentó uno de los profesionales.
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