La inflación en Estados Unidos alcanzó una subida de 8,5% en el último año, lo que es un récord inédito desde 1981. Así lo informó este martes la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país.
Adicionalmente, el índice de Precios al Consumo de febrero a marzo aumentó un 1,2%. Esto confirma las alertas emitidas por la Casa Blanca el lunes sobre una tasa inflacionaria “extraordinariamente elevada”.
En ese contexto, la portavoz del gobierno de Estados Unidos, Jen Psaki, justificó la economía de la nación con el conflicto entre Rusia y Ucrania y el aumento del costo de los combustibles a nivel mundial.
No obstante, los precios ya sostenían una tendencia creciente en los primeros meses del mandato de Joe Biden. Casi un año antes de iniciar el conflicto bélico, cabe destacar.
Aumento en los precios
El informe de la agencia de estadísticas señala que los precios de la gasolina, crudo, electricidad y gas natural, en conjunto, subieron un 32% en una medición interanual y que fueron afectados principalmente por el encarecimiento del crudo. Específicamente, la gasolina un 48% en un año.
El costo de la electricidad también tuvo incremento con un 11,1% de aumento. El precio del gas natural subió un 21,6 %. En la medición mensual, los precios de consumo energético subieron en marzo un 11% en comparación a los precios del mes anterior.
Ahora bien, los alimentos son un 8,8% más costosos en comparación al mismo periodo de 2021. En ese sentido, las compras en el supermercado subieron un 10%, mientras que los de la comida en restaurantes incrementó 6,9%.
En ese sentido, la inflación subyacente en Estados Unidos se ubicó en una tasa anual de 6,5%, si se excluyen los precios más volátiles, que son los de alimentos y combustibles.
Incluso para adquirir una vivienda, la población de Estados Unidos tendría que pagarla un 5% más cara que el año pasado, mientras que el incremento mensual fue del 0,5%.
