Una estrategia de seguimiento activo y vigilado ayudaría a los hombres diagnosticados con cáncer de próstata a evitar o retrasar tratamientos agresivos, sin reducir sus posibilidades de supervivencia. Así lo dejó en evidencia un estudio llevado a cabo en el Reino Unido.
El estudio revela que la clave está en vigilar de cerca los tumores de riesgo bajo e intermedio. ¿Cómo? A través de una estrategia de seguimiento activo. De esta manera las oportunidades de sufrir de incontinencia o disfunción eréctil se reducen significativamente.
El estudio también arrojó que los hombres que optaron por el seguimiento activo y vigilado no aumentaron sus posibilidades de morir de cáncer más que aquellos que se sometieron a cirugías para extirpar la próstata o los que optaron por tratamientos como el bloqueo hormonal o las radioterapias.
El Dr. Freddie Hamdy, profesor de Cirugía y Urología de la Universidad de Oxford, autor del estudio, aconsejó a los hombres diagnosticados con este tipo de cáncer “no entrar en pánico y tomarse su tiempo para tomar la decisión de cómo proceder“.
Es importante señalar que el estudio aludido no aplica a los hombres diagnosticados con cáncer de próstata agresivo o de alto riesgo. Estos tipos de cáncer requieren de un rápido tratamiento.
El estudio deja en evidencia la importancia del control médico periódico para aplicar el tratamiento preciso en cualquier caso de cáncer.