La Fiscalía de Panamá solicitó este jueves la pena máxima para el expresidente Ricardo Martinelli por el presunto delito de blanqueo de capitales.
Martinelli junto a otras 12 personas, enfrenta actualmente un juicio por el caso ‘New Business’. Al exmandatario se le acusa de comprar, con presuntos fondos públicos, la Editorial Panamá América S.A. (Epasa) por casi 44 millones de dólares en diciembre de 2010.
El fiscal Emeldo Márquez, durante el octavo día del juicio contra Martinelli expresó: “Solicitamos […] una sentencia condenatoria“ contra los acusados. Además, agregó que es necesario establecer la aplicación de la pena máxima de 12 años de cárcel, tal como lo estipula el artículo 254 del Código Penal panameño.
Cabe destacar que, el Código Penal de Panamá establece que las penas por el delito de blanqueo van desde seis meses hasta seis años de cárcel. Sin embargo, pueden aumentarse “desde un tercio hasta la mitad de la pena“ por agravantes. Eso es lo que defiende el fiscal, quien considera que se trata de un “delito continuado” y del que son “autores”.
El caso
‘New Business’ que data del 2017, es uno de los varios procesos abiertos contra Martinelli por presunta corrupción durante su mandato (2009-2014). La Fiscalía panameña asegura que fue el propio exmandatario quien “contactó a contratistas, aportó dinero”. Además, resultó “beneficiario” al ser el “tenedor del 60% de las acciones” de la editorial.
Ante las acusaciones, el expresidente, de 71 años de edad, se defiende diciendo que es víctima de una persecución política.
Martinelli no solo tiene que rendir cuentas ante la justicia por este caso. Es investigado también en España por presunta corrupción por sobornos que la constructora española FCC confesó haber pagado en Panamá. Asimismo es investigado por supuesto espionaje contra una mujer en Mallorca.
Cabe resaltar que dos hijos de Martinelli pagaron cárcel en Estados Unidos por el caso Odebrecht. En diciembre de 2021, ambos jóvenes, se declararon culpables de blanquear 28 millones de dólares. Además, llevaron a cabo sobornos en favor de la compañía brasileña “por órdenes del padre”, como alegó la defensa.