El 80º Festival Internacional de Cine de Venecia, se ha visto empañado por múltiples críticas y protestas, luego de recibir a tres realizadores acusados de delitos sexuales. Se trata de Roman Polanski, Luc Besson y Woody Allen.
La tripleta presentó sus más recientes proyectos, causando una ola de indignación que ya viene desarrollándose previo al reconocido encuentro que convoca a importantes figuras del séptimo arte.
Sobre Woody Allen, el director presentó “Coup de Chance” y cuya proyección desde el Festival de Venecia se vio interrumpida por una protesta. Alrededor de 20 manifestantes se quitaron sus camisetas y comenzaron a vociferar “no a la cultura de la violación” en las afueras de la sala.
“Este año el Festival de Cine de Venecia ha decidido abrirle espacio a Woody Allen, Luc Besson y Roman Polanski, tres directores que han estado involucrados en violencia sexual contra mujeres, incluyendo menores de edad”, se lee en los volantes entregados.
A group of apparent protesters walk by Woody Allen’s #CoupDeChance premiere. pic.twitter.com/0d4TSfG5Ov
— Variety (@Variety) September 4, 2023
Previo al evento, Alberto Barbera, líder del festival declaró a Variety: “soy un director de un festival, no un juez. Juzgo la calidad artística de las películas“.
Acerca de Roman Polanski recalcó que “han pasado 60 años. Él ha admitido su responsabilidad y ha pedido que se le perdone. Fue perdonado por la víctima, quien ha pedido que ya no se hable de ello”.
Luc Besson y Valerian and the City of a Thousand Planets
En 2018, a Besson lo absolvieron de acusaciones por violación realizadas por la actriz Sand Van Roy. En sus inicios, el proceso fue manejado como carácter penal, pero en 2019 descartaron dicho recurso por falta de evidencias.
Sobre Woody Allen, la demanda está liderada por su exesposa Mia Farrow, luego de que su hija adoptiva Dylan, acusó a su padre de agresiones sexuales cuando era tan solo una niña.
Para Roman Polanski, su caso se remonta a 1977, cuando lo declararon culpable de utilizar sustancias para violar a una joven de 13 años mientras realizaba una sesión de fotos. Al lograr un acuerdo de culpabilidad, Polanski realizó una evaluación psiquiátrica, previo a la sentencia.
Tras emitirse el veredicto, huyó a Inglaterra y luego hasta Francia. Como ciudadano francés, no podían extraditarlo a Estados Unidos.