La noche del pasado sábado 4 de febrero, hallaron sin vida en un bar del barrio Laureles de Medellín (Colombia), al sacerdote Javier Eduardo González Pertuz, de 39 años, quien se encontraba en un bar del lugar.
El religioso, oriundo del departamento de Córdoba, se encontraba en compañía de otro hombre la noche del viernes, horas más tarde fallecería en extrañas circunstancias.
El coronel José Rafael Miranda, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá de la entidad colombiana, indicó que González Pertuz se sentó en una de las mesas al fondo del bar, conversó unas horas con el desconocido y posteriormente la persona con la que estaba salió con las pertenencias del sacerdote, quien se habría desplomado minutos antes de que su acompañante saliera del local.
El administrador del establecimiento pensó que el religioso se encontraba dormido tras su estado de ebriedad, por lo que decidió sacarlo a la calle y llamar a la policía.
Hasta el momento se desconocen las causas de la muerte del sacerdote Javier Eduardo González y del posible responsable del hecho. Las autoridades se encuentran investigando si se trata de alguna sustancia alucinógena.
