Tailandia vivió toda una tragedia, luego de registrarse un ataque en una guardería con arma y cuchillo, que arrojó al menos 34 personas asesinadas.
Entre las víctimas destacan 23 niños de entre dos y tres años, quienes fueron el blanco de un expolicía que disparó con un rifle automático, antes de darse a la fuga en una furgoneta atropellando a varios peatones.
La guardería está localizada en la provincia de Nongbua Lamphu, que generalmente acoge a niños de entre 2 y 5 años.
«Confirmamos que el criminal se disparó a sí mismo y ha muerto«, informó la Policía de Tailandia en un perfil oficial de Facebook.
Las autoridades hicieron guardia frente al centro mientras cubrían con sábanas los cuerpos.
De acuerdo a la policía, el sospechoso, de 34 años y que fue apartado del cuerpo a raíz de delitos de posesión de droga, se suicidó tras el ataque, pero antes de haber matado a su esposa e hijo.
Se trata de un expolicía que había sido dado de baja del servicio el año pasado por motivos relacionados con las drogas.
El primer ministro tailandés, Prayut Chan-o-cha expresó sus condolencias a través de Twitter. Revelan medios locales que la tragedia podría haber sido incluso peor. Atribuyen que las lluvias e inundaciones que azotan Tailandia, han derivado en ausentismo escolar.
Aunque este tipo de hechos violentos no son habituales en el país asiático, existe un precedente de 2020.
El suceso ocurrió cuando un soldado mató a 29 personas en un tiroteo que comenzó en un sitio militar y luego continuó en un centro comercial.
Masacre en un jardín de infancia
Al menos una treinta de muertos ha dejado un ex agente de policía armado con una pistola y un cuchillo en una guardería de Tailandia. Entre los muertos hay tanto adultos como niños (lgc)https://t.co/AeENdB4iaS
— DW Español (@dw_espanol) October 6, 2022