Los chinos, con su sabiduría milenaria, siempre han concebido las crisis o amenazas como oportunidades de mejora. Es un enfoque que difiere en gran medida de la concepción occidental; pero que en el caso de Venezuela ha venido como anillo al dedo, para hacer resurgir la economía interna y apalancar el crédito productivo, en medio de un feroz e inmoral bloqueo económico.
Así el país ha “aprovechado” estos ataques del alto gobierno norteamericano, para echar a andar definitivamente un anhelado pero siempre inconcluso proyecto. Obviamente, hablamos de la diversificación de las actividades productivas, hasta erradicar la excesiva dependencia del petróleo. En esta tarea ha sido fundamental el renacer del crédito productivo.
Y es que en medio de esta extrema dificultad hemos comprendido que es inaplazable producir con calidad y eficiencia en las distintas áreas de la economía real. De esta forma, no solo incrementaremos el bienestar de nuestra población, sino que achicaremos las vulnerabilidades frente a eventuales nuevos ataques imperiales.
Esta ha sido una lección aprendida por otros países agredidos, como es el caso de Irán y Corea del Norte, entre muchos otros. En ambas naciones supieron empinarse sobre las dificultades, hasta hacer florecer una industria y una agricultura autóctonas.
Crecimiento y producción
Pues bien Venezuela no sólo ha logrado derrotar la hiperinflación. También ha derrotado técnicamente a la recesión (contracción de la actividad productiva) y se encamina hacia un año récord de crecimiento económico este 2022. Pero quizás la arista más importante de este renacer sea que ha surgido un nuevo y frondoso tejido de emprendimientos, impulsado a su vez por el crédito productivo, público y privado.
De acuerdo con los datos emitidos por el Banco Central de Venezuela (BCV) sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), se observa que a partir del III trimestre de 2021 se retomó la senda del crecimiento económico al experimentarse una variación del 14,65 %; mientras que en el IV trimestre 2021 se elevó a 17,04 %, y en el I trimestre de este 2022 alcanzó 17,04 %. Asimismo, entre abril y junio el repunte fue de 18,7 % (cálculo aún estimado). “Tenemos suficientes razones para ser optimistas en lo que queda de año 2022 y el próximo año”, ha explicado el primer mandatario nacional, Nicolás Maduro.
Estas cifras representan una prueba fehaciente de que el pueblo venezolano, conjuntamente con el Gobierno Nacional, y demás instituciones que conforman el Estado, ha logrado resistir y sortear con gran esfuerzo las ilegales medidas unilaterales y coercitivas. Sin duda, se trata de buenas noticias en el camino hacia el restablecimiento de la calidad de vida de los venezolanos y las venezolanas. En este contexto, el crédito productivo comienza a jugar un rol estelar.
Más crédito productivo
Pero lo más destacable de este proceso es que se ha puesto la mira estratégica en la superación del atrasado modelo rentístico, por un modelo de mayor producción y productividad. La inventiva del venezolano y su capacidad de resiliencia se han puesto a prueba; y ambas han salido muy bien paradas.
Por su parte, el Estado venezolano ha tenido la visión estratégica para apuntalar este florecimiento mediante el fomento del crédito productivo. Desde el mismo comienzo del año 2022 y en vista de los vientos favorables que soplaban en lo económico, el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció en febrero la creación del Fondo Nacional de Emprendimiento. Este mecanismo arrancó con un capital “semilla” de 46 millones de bolívares (unos 10,1 millones de dólares), así como una serie de medidas que facilitaban la entrega de créditos.
Adicionalmente, se bajó el encaje bancario (reservas obligatorias) de 85 a 73 % para expandir la capacidad crediticia de la banca. “Y se faculta a los bancos que deseen utilizar un 10% de su posiciones en divisas para dar créditos también, lo cual expande la base crediticia”, explicaba el primer mandatario nacional.
Leyes para producir
La soberana Asamblea Nacional (AN) también ha sumado sus aportes en esta dirección. En ese contexto se ha avanzado en un conjunto de instrumentos legales a través del plan legislativo que abarcan el aspecto productivo, comercial, tributario y financiero, entre otros. Así se destaca: La Ley para el Fomento y Desarrollo de Nuevos Emprendimientos, publicada en Gaceta Oficial N° 6.656 Extraordinario de fecha 15 de octubre de 2021. Con esta nueva normativa se ha querido apoyar la vocación emprendedora de los venezolanos, expresadas en distintos tipos de iniciativas que vienen dando buenos frutos.
En concordancia con esta visión estratégica, la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) publicó la Circular SIB-II-GGR-GNP-05551. Este documento dirigido a todas las instituciones bancarias, fija los requisitos para el otorgamiento de financiamiento para el fomento y desarrollo de emprendimientos de personas naturales. El objetivo sigue siendo un solo: impulsar y fortalecer el aparato productivo nacional, mediante el crédito productivo.
Esta circular de la Sudeban busca coadyuvar en el proceso de agilización y efectividad del acceso al financiamiento crediticio. Igualmente, facilitó un marco normativo a los requisitos a ser consignados por las personas naturales, interesadas en promover el desarrollo de nuevos emprendimientos.
Resultados a la vista
Y los impulsos del Ejecutivo y el Poder Legislativo han venido rindiendo buenos resultados. De acuerdo con la Sudeban, al cierre de septiembre de 2022, la cartera de créditos constituyó el grupo que registró el mayor crecimiento intermensual (7,47%). Esto como consecuencia de la política del Ejecutivo Nacional de estímulo a la producción nacional. Así se han priorizado los sectores agroalimentarios y de emprendimiento en el desarrollo de la economía real.
Según destaca la Sudeban, los efectos de esta política se han evidenciado en el comportamiento del índice de intermediación crediticia, el cual ha registrado un crecimiento sostenido en los últimos meses, alcanzando al mes de septiembre el 21,64%.
Asimismo desde el Ejecutivo se ha creado un Motor Emprendedor acompañado de las 4F: formación, formalización, financiamiento y las ferias productivas. En ese contexto la banca pública ha otorgado más de 4.760 créditos a emprendedores, por un monto de 58 millones de bolívares.
Opciones públicas y privadas
Entre las variadas opciones de financiamiento que han surgido destaca el programa EmprendeBDV del Banco de Venezuela. Esta iniciativa, como señala institución bandera de la banca pública, “tiene como objeto promover el desarrollo de nuevos emprendimientos y la cultura emprendedora orientada al aumento y diversificación de la producción de bienes y servicios”. Asimismo, se promueve el despliegue de innovaciones y su incorporación al desarrollo económico y social del país.
El Banco Nacional de Crédito (BNC) ha informado que está otorgando créditos de hasta 16.000 dólares. Esto va dirigido a personas que quieran emprender un negocio con un capital inicial. Este financiamiento está diseñado para impulsar proyectos e iniciativas innovadoras, en la producción de bienes y servicios de manera sustentable.
En resumen, las opciones de financiamiento para el crédito productivo siguen aumentado, a la par que se consolida el crecimiento económico. Un círculo virtuoso que augura perspectivas promisorias para todos los venezolanos.