Venezuela se encamina hacia un año de crecimiento récord, de acuerdo con diversas proyecciones. Entre las más elevadas, destaca la del Credit Suisse Bank que prevé un incremento de la actividad económica sobre el 20%, en 2022. Como era de esperar este repunte ya está teniendo un impacto favorable en el sector manufacturero nacional, lo que a su vez ha permitido consolidar el despegue salarial, referido por Venezuela News hace tres meses.
Esta mejora del ingreso familiar se ha circunscrito mayormente al sector privado de la economía. En general, en esta área se han registrado aumentos progresivos, que a su vez han inducido una evolución favorable en el poder adquisitivo de la clase trabajadora, gracias al despegue salarial.
En recientes declaraciones para la prensa nacional, el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Luigi Pisella, detallaba que el salario mínimo en la pequeña industria se incrementó de 130 dólares a 150. La cifra representa un incremento sustantivo con respecto al año pasado, cuando este monto oscilaba entre 80 y 100 dólares.
Despegue salarial
Y la causa de esta mejora no es otra que el aumento de los volúmenes de artículos manufacturados. Por ello, como la producción nacional ha mejorado, se ha podido incrementar la remuneración de los trabajadores. «Había una distorsión o alejamiento entre la tasa cambiaria oficial y la no oficial, que no existe ahora, lo cual significa que el dinero que preste la banca, no va a parar a los mercados negros cambiarios. Y esto contribuirá con el aumento sostenido de la producción y fortalecerá a distintos sectores de nuestra economía diversificada», asegura Pisella, al hablar sobre las causas de este despegue salarial.
El repunte de la remuneración base en el sector industrial, empuja hacia arriba las escalas salariales de otros sectores de la economía privada. En un primer momento llevaron la batuta de este proceso las compañías multinacionales que operan en el país.
En estas empresas un salario promedio para personal calificado ya se ubica entre 550 y 850 dólares al mes. Y los coordinadores pueden devengar más de 1.000 dólares mensuales, mientras que en los grados de más especialización hay ingresos que pueden pasar los 3.000 dólares.
A punta de billete
Pero como indica el empresario venezolano, Manuel Antonio Brito, y como confirman las cifras de Conindustria, este fenómeno de despegue salarial se ha expandido también al sector privado local. «Yo puedo afirmarles con suficiente conocimiento que esto no está pasando solamente en las transnacionales. Sino que toda empresa operando en Venezuela que se preparó para la recuperación, desde 2018, 2019; y viene construyendo su gestión microeconómica, está en ese rango de sueldos. Por algo muy sencillo: desde hace aproximadamente un año se ve un canibalismo en el sector del capital humano, donde las empresas se están robando al talento, y lo están haciendo a punta de billete».
En tal sentido, Brito refiere que en su empresa se estaban requiriendo los servicios de un trabajador para un nivel operativo de perfil medio, con ofertas en el orden de los US$ 350 y US$ 450 y no consiguió candidatos, porque las personas aspiraban más de 500 dólares. «Estaba ofreciendo un puesto para una farmaceuta con experiencia de regencia y estábamos ofreciendo 700 dólares. Contacté una amiga que está en la segunda principal cadena de farmacias del país y me dijo que eso era lo que estaba ganando», explica.
Alcance en expansión
Otra medición, en este caso de la encuestadora de abierta tendencia opositora Datanálisis, daba cuenta de que este despegue salarial comienza a expandirse entre la clase trabajadora. De acuerdo con José Antonio Gil Yépez, director de la referida consultora, cerca del 11% de la población tiene ingresos bastante atractivos, esto es sobre los 2.000 y 4.000 dólares o más. Mientras que el 40% de los trabajadores cubren sus gastos. En total más del 50% de las personas se han visto beneficiadas con este despegue salarial.
Por otro lado, estos indicadores no miden el avance de trabajadores por cuenta propia o emprendimientos familiares. En este caso, un ingreso mensual puede oscilar entre 2.000 y 3.000 dólares, dependiendo del ramo donde se desempeñen. Diversos oficios como la plomería, la electricidad, la mecánica ligera, la jardinería y los técnicos en electrodomésticos, por citar sólo algunos, han experimentado también un despegue salarial. Esto ante una mayor demanda, así como mejores condiciones para trabajar, debido al mejor abastecimiento local de repuestos y accesorios.
Más crédito
En paralelo, el gobierno nacional avanza en su política de estímulo a la producción mediante la reactivación del crédito bancario. Recientemente, la Sudeban estableció los requisitos para optar al financiamiento de emprendedores venezolanos. La modalidad crediticia quedó establecida en dos tramos. La primera va desde US$ 103,4 a 1705,9 dólares; mientras que la segunda etapa va desde 1.707 hasta 17.111 dólares.
Luego de estabilizar el tipo de cambio y abatir la hiperinflación, la reactivación del crédito, especialmente para emprendedores, permitirá dinamizar aún más la producción interna. Esto generará un círculo virtuoso. Ya que al haber más producción, habrá mayor demanda de mano de obra, lo que también servirá para apalancar el despegue salarial.
«Esta recuperación que está viendo el país impulsada por el sector privado, está recuperando rápidamente el poder adquisitivo de los trabajadores. Y está atrayendo a muchísimos de los venezolanos que se fueron. Y que no encontraron en el exterior aquel famoso sueño dorado que tanto cacarearon», concluye Brito.